A pesar de las indicaciones claras de diversos organismos internacionales y de tener como ejemplo otros países que han sufrido antes que nosotros la epidemia de covid-19, no hemos sabido entre todos adelantarnos y, por unas cosas y otras, no hemos podido hasta la fecha ponernos a hacer tests masivos a la población. Además, por la parte que me ha tocado, he podido sentir el nivel de frustración del personal científico, que ha ofrecido sus laboratorios o su equipo para colaborar altruistamente con el personal sanitario.
Sin embargo, mi confinamiento me ha servido para una reflexión muy profunda que finalmente ha conseguido transformar mi frustración como microbióloga en medio de esta crisis en lo mejor que le puedo ofrecer yo a este problema mundial: ciencia. Afortunadamente, Carlos Lamora, director de la empresa depuradora de aguas Edar Bens SA, es una persona extremadamente inquieta y con un concepto extraordinario de la ciencia. Cuando me propuso este proyecto, no pudo dar con alguien más receptivo en medio del confinamiento y, como le dije hace unas horas, no pudo dar con el equipo más adecuado, ya que venimos del mundo de la biotecnología, estamos en el mundo de la biomedicina pero somos biólogos. A este equipo de biólogos de los organismos microscópicos, es decir, microbiólogos, que además hemos cursado Microbiología I, Microbiología II, Microbiología molecular, Microbiología clínica, Microbiología ambiental, Microbiología aplicada y no sé cuantas más micros, y que además hemos hecho largos estudios que han originado nuestras microbiológicas tesis doctorales, y que además ahora somos estudiosos incondicionales del microbioma humano, se han ido añadiendo multitud de personas también con-ciencia de la Universidad (CICA, SAI, CITIC, UDC), del Instituto de Investigación Biomédica (Inibic) y del Complejo Hospitalario Universitario (Chuac) de A Coruña.
El proyecto consiste en determinar la presencia y la abundancia del virus SARS-CoV-2 en las diferentes fracciones de la planta depuradora. A la planta depuradora de Bens llegan en continuo, durante las 24 horas del día y todos los días del año, las aguas residuales de 450.000 personas de los ayuntamientos de A Coruña, Oleiros, Cambre, Arteixo y Culleredo. Sin duda, teniendo en cuenta las dificultades para realizar tests diagnósticos a toda la población, la posibilidad de determinar la cantidad de virus que hay cada fracción de la depuradora se establece como un arma muy potente y robusta para definir parámetros epidemiológicos. ¿La planta depuradora de Bens podría servir para controlar un nuevo repunte futuro del SARS-CoV-2? Esta es la cuestión que me han preguntado hoy un montón de veces y es exactamente lo que pretendemos; usar la planta de Edar Bens como centinela. Los datos obtenidos darán cuenta de la realidad epidemiológica de todo el conjunto de la población sin distinción entre personas que no tengan el virus y personas portadoras, asintomáticas o con síntomas, leves, graves o críticos, da igual, todo llega a Bens, hasta las aceitunas. Por tanto, los resultados de este estudio podrían proporcionar una estimación de la extensión real de la epidemia en nuestra comarca. Podríamos limitarnos a trabajar sobre la punta del iceberg, pero si monitorizamos las aguas residuales de toda la población nos podremos hacer una idea de la amplitud del problema.
Una de las capacidades más interesantes del estudio radica en la posibilidad de analizar aguas residuales de regiones o áreas muy concretas, con determinado perfil poblacional, como por ejemplo poblaciones más jóvenes o poblaciones envejecidas, lo que ofrecería una imagen real de la incidencia del virus en determinadas poblaciones separadas por edades. Podríamos, otro ejemplo, ante un pequeño repunte del virus en la depuradora, encontrar un posible foco en una población determinada asintomática.
Algo muy reconfortante de estos últimos días ya de semi-confinamiento ha sido ir incorporando personal al equipo investigador del proyecto. De esta forma hemos acogido con entusiasmo nuevas ideas hasta formar un equipo multidisciplinar que incluye a químicos, microbiólogos, farmaceúticos, informáticos, técnicos, ingenieros, etcétera, todos con-ciencia.
Dejad organizarse y discutir a los científicos y surgirá una avalancha de ideas para este proyecto piloto y otros muchos que pueden nacer en Bens, buscando microorganismos multiresistentes o haciendo metagenómica de la comarca de A Coruña y los alrededores. Empezamos con mucha ilusión este proyecto en medio del pico de la curva para ir viendo cómo el virus SARS-CoV-2 va desapareciendo de nuestro entorno, de nuestras vidas, nos liberaremos por fin de esta pesadilla, del confinamiento, podremos correr, pasear, andar en bici y estaremos muy muy atentos por si vuelve a aparecer este virus terrible u otros en Bens, pero si esto ocurriese esta vez ya sabríamos qué tenemos que hacer.