Los sanitarios no son funcionarios

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OPINIÓN

- / PPI via ZUMA Wire

27 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

¿Sanitarios y funcionarios? No

Llamarle funcionario a cualquier profesional que ejerza una gestión sanitaria es, cuando menos, impropio. Los profesionales sanitarios están encuadrados en un colectivo que en cierto modo no concuerda en absoluto con la labor que ellos desempeñan en comparación con los integrantes del resto de dicho cuerpo. Aunque siempre fue notoria diferencia, la llegada de la pandemia y el estado de alarma pusieron patente la evidencia. Claro que hay excepciones, pero los trabajadores de los organismos públicos. Englobando en ello a la administraciones central, autonómica y local, desde el día 14 de marzo fecha que se proclamó el estado de alarma, cerraron las puertas de sus organismos y pusieron un cartel colgado en las puertas con la palabra cerrado y un número de teléfono para casos urgentes. Así de fácil, así de cómodo y así de irresponsable. Entre otros muchos casos, recuerdo los de conocidos que tuvieron que acudir a asesorías para tramitar la solicitud de su pensión, pues de los contrario no comían al mes siguiente. Mientras los «funcionarios» de la sanidad se estaban jugando la vida, trabajando no se sabe cuantas horas al día y cuantos días sin descanso. ¿Y cual era su finalidad ? salvar lo más preciado que tiene el ser humano, la vida. Vicente Fernández. O VIcedo.

 Mi muñequita 

Disgustos te he dado, lágrimas sigues vertiendo en el alma hueca que cura mis pecados, cuánto amor y cariño con el único propósito de querer verme bien. Antepones tu vida a la mía, continúas dándome besos suspirando mi pobre corpiño como feto que sigue unido al cordón umbilical. Tus manos acarician sin tocarme, tus ojazos verdes rezan comprensión, tu bella melena rubia es la espuma que he cabalgado sin honrarte, lloro y lloras por mí. Me arrodillo y te arrodillas, me levanto y no lo haces, porque te humillas ante tu hijo para recordarme lo que era, y tus esfuerzos y ansiedades con el puño cerrado, se abre como pétalos en los años que olvidé. Tus horas sin reloj en la cocina sin pensar en tu tiempo, tus aplausos aromáticos en mis victorias. Aconsejas susurrando dulce morriña por el camino de la vida correcta, respetuosa con los demás, Mi muñequita, déjame permanecer en tu seno por favor, yo volveré a ser el hijo que tanto quieres, que perdiste y vas a recuperar. Un día afirmaste: «te quiero más que a mi vida»; yo no lo supe ver, perdóname, y no me sueltes la mano. Óscar de Juan. A Coruña.

 Discusiones raras

Cuando el pueblo vota, ¿por qué no se respeta lo que quiere? En las últimas elecciones hubo un resultado que hay que respetar. ¿Por qué tanto miedo con algo que debiera enseñarnos y no enfrentarnos? Pero claro, si el pueblo dijese lo contrario a lo que dijo, seguro, seguro, que estaríamos convencidos de estar ante una nación dentro del más estricto Estado de derecho. Andrés Nidáguila. Pontedeume