Alcoa ingresó en la uci hace 40 años

José Ramón Álvarez Arnau TRIBUNA

OPINIÓN

Eliseo trigo | Efe

21 oct 2020 . Actualizado a las 09:28 h.

Los que peinamos canas sabemos que la actual Alcoa fue una de las últimas grandes inversiones para Galicia del anterior régimen, y así nos lo recordaba el señor conselleiro de Industria en un artículo en La Voz apuntando que el antiguo INI había previsto la planta de Aluminio en el año 1973 en Vilagarcía, pero el hecho evidente fue que se instaló en Cervo. Para la producción de alúmina se tritura la bauxita -mineral que llega en barco procedente de África, América, Australia-, se le añade agua caliente y calor, se decanta, se filtra, pasa a un intercambiador y a una cuba de precipitación. Así se obtiene la alúmina, a partir de la cual se logra el aluminio que pasa por cubas electrolíticas con gran consumo de energía. Se estima que cada kilo de aluminio consume 15 kilovatios de energía eléctrica y que en el proceso integral de la obtención del aluminio procedente de la bauxita el consumo energético asciende al 40 % de los costes de producción. La rentabilidad de una planta de fabricación del aluminio depende del coste de la electricidad en un 40 %. He titulado el artículo que Alcoa ingresó en la uci hace cuarenta años y ahora es el momento de explicarlo.

Los que tenemos cierta edad recordamos lo que sucedió en la Mariña lucense en 1977 y que este diario nos lo recordó hace tres años. Ciertos políticos se ponían la medalla por los éxitos de las manifestaciones y movilizaciones en contra de la implantación de la central nuclear de Xove, paralizando la inversión de 100.000 millones de pesetas y la creación de 2.000 empleos. Esa paralización hizo entrar en la uci a la planta de alúmina aluminio ya que lo que necesitaba era una energía barata y si hay una energía no renovable competitiva en precio es la nuclear. Hoy se estima entre un 25 % y 35 % más barata que la que se obtiene del gas natural, térmica del carbón, térmica del petróleo. Soy consciente de que he abierto un melón que los ecologistas y los detractores de las nucleares empezarán a crucificarme, pero actualmente en el mundo hay instalados 396 gigavatios. De esos, Francia tiene 64 millones de kilovatios, y en un 74 % los consume el país. España inauguró la primera central nuclear (José Cabrera) en 1969, hoy cerrada, y tiene instalados 7,4 millones de kilovatios (la décima parte que nuestro vecino galo). ¿Cuántos accidentes nucleares tuvo Francia? Los accidentes nucleares en el mundo desde que se instaló la primera central nuclear en Rusia en 1954 fueron cinco: en 1986 Chernobyl-Ucrania por fallo de mantenimiento; Fukushima 2011 (tsunami); Mayak-Rusia 1957 (fallo humano); Goiania-Brasil 1987 (fallo humano); Three Mile Island (EE.UU.) en 1979 (fallo humano). Ninguno en nuestra Europa, no ha habido.

Cuando nosotros decíamos «non» a las centrales nucleares, en Francia se instalaban miles de kilovatios nucleares. Los pilares del desarrollo industrial son la energía barata y buenos medios de comunicación.

Alcoa hoy pretenden cerrarla porque no es rentable por el costo de la energía. Nosotros tenemos que salvarla ya que el aluminio -hoy en manos de los chinos- es un metal primordial para el desarrollo de un país y no debemos depender del exterior. Hace dos años la empresa inglesa Liberty House adquiere la planta de aluminio de Dunquerque (Francia) que produce 270.000 toneladas al año (San Ciprián 83.000) llegando a un acuerdo con EDF para la compra estable de la energía eléctrica que proviene de la central nuclear de Gravelines con 6 reactores de 910 megavatios cada uno (5.460 megavatios). Se encuentra a menos de 20 kilómetros de la planta de aluminio, esta central se construyó en 1974, tres años antes de la paralización de la de Xove.

Ahora que al parecer estamos unidos al «non peche» de Alcoa tenemos que buscar la solución de suministrar energía eléctrica competitiva a la factoría como hace China. Es hora de acometer una política energética integral y no nos fijemos solo en la producción eólica y otras renovables. Miremos nuestros recursos energéticos desde las pequeñas minicentrales y a los embalses pendientes de acometer; pero lo más importante es estudiar bien los aprovechamientos energéticos. Somos conscientes de que hay horas del día que producimos más energía eléctrica de la que consumimos y esa energía la desaprovechamos ya que solo somos capaces de regular un 9 % del consumo que proviene de la hidroeléctrica en donde es muy fácil cerrar el grifo y dejar de producir. Hay que proyectar centrales de bombeo, aguas abajo en los pantanos existentes y así almacenar el agua como energía potencial. Creo que en este momento tenemos que estar unidos.