Los 60 minutos del infarto de Iker

María Vidal Míguez
María Vidal ¿LO VES?

OPINIÓN

DPA vía Europa Press

05 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Dicen que la suerte de Iker es tan grande que incluso el 1 de mayo del 2019 le acompañó. Tardó en asimilar lo que los médicos le estaban diciendo. Pensaba que era un proceso de alergia como otras veces, pero más fuerte. El propio Casillas relata, en el documental Colgar las alas de Movistar, cómo fue aquella angustiosa mañana de mayo. «Hay una sensación de medio segundo, no llega ni a eso, que tomas una bocanada de aire y te sabe diferente», dice el guardameta. Se retorcía, le oprimía el pecho, no podía respirar... La rapidez con la que se actuó fue clave. Desde que se empezó a encontrar mal hasta que se le trató solo pasaron 60 minutos. 60 angustiosos minutos. Él los define como estar en una piscina, en el fondo, y no poder salir. Pero salió. Por primera vez en su vida, aquel chaval al que sacaron del instituto tras ser convocado por el primer equipo del Real Madrid, no se puso metas. Se empleó a fondo para volver a pisar el césped. Eso sí, tenía miedo a cerrar los ojos por si no los volvía a abrir. Poco a poco el físico empezó a responder, pero la incertidumbre de no saber si esta parada era definitiva le comía por dentro. Es duro estar en la banda vestido de calle o pasar un fin de semana de julio en familia, cuenta este fan de las patatas fritas. Sabe que con 39 años no tiene necesidad de jugársela, pero atrapar la pelota le puede. Sin embargo, pronto entendió que él ya no es de 1981, sino del 2019.