Cómo afrontar la necesidad de llorar

José Antonio López-Moreno LÍNEA ABIERTA

OPINIÓN

05 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Si necesitas llorar, por favor llora. Ahora bien, llora cuando sientas que es útil y beneficioso para ti y para tus seres queridos. Llorar en momentos inoportunos te puede dar un alivio temporal, pero puede comprometer otras cosas en el futuro. Si vas a llorar y vas a poner tristes a los demás, pero necesitas llorar, llora en un sitio más privado. Si llorar es para compartir tu dolor, llora. Pero por favor, intenta un tiempo después, donde has puesto un lloro poner una sonrisa o un acto de amor muy generoso. Las penas cuando son compartidas son menos penas. Y lo mismo con la alegría, las risas son mayores en compañía. Las autocosquillas no dan risa

Hay una corriente de pensamiento que afirma que cuando estás enfadado es bueno expresar ese enfado. Por ejemplo, que cuando estás impulsivo y agresivo hay que dar rienda suelta a la agresividad. Puede funcionar a corto plazo. Mi opinión, es que mientras más repites una conducta, es más seguro que esta conducta se perpetúe y se fije en uno mismo. Si le dejas cabida, cada vez más espacio, se hará inevitablemente más grande. Si lo que quieres es evitar estar triste, agresivo o cualquier otra emoción negativa, intenta cambiar esas emociones por una alternativa contraria. A nadie le gusta estar triste y deprimido. Nadie quiere sufrir. Aunque es inevitable, el sufrimiento forma parte de la vida. Créate un catálogo de alternativas para cuando notes que empieces a estar triste y agresivo y no dejes crecer esas emociones en ti. No estoy diciendo que las prohíbas o que las escondas en todo momento. Eso tampoco es natural ni conveniente. Lo que estoy diciendo es que busques maneras de canalizar esas emociones. Al final de todo, nadie te obliga a sentir una emoción permanentemente.

La felicidad está en nuestra manera de responder a lo que tenemos. Aunque a veces la situación es la más dura del mundo, que te acurrucas y quieres llorar desesperadamente, y aunque las promesas de que ese dolor se pasará no te aportan ningún consuelo, por favor, busca donde haya un lloro poner una sonrisa y cuando haya dolor y soledad hacer un gesto de amor con otra persona sin esperar nada a cambio. La capacidad de llorar es humana y también la capacidad de querernos y querer a los demás. Llora para liberarte. Y recuerda, por favor, que tienes que volver.