Si trasladamos la capital...

Pedro Armas
Pedro Armas LÍNEA ABIERTA

OPINIÓN

17 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Ahora que todos se pelean por Madrid, no estaría mal llevarse la capital a Barcelona. La ficción política simplifica realidades complejas. No se trataría de la «bicapitalidad» propuesta en su día por Maragall o Tamames, ni de la «cocapitalidad» sugerida por Zapatero o Sánchez. Aprovechando las fobias contra madrileños y catalanes, ganadas a pulso por gobernantes autonómicos desnortados por la pandemia y obnubilados por el patrioterismo centrípeto y centrífugo, habría que cambiar la Constitución, que en su artículo 5º dice que la capital del Estado es la villa de Madrid. Éramos tan castizos en 1978 que asumimos que una villa continuase siendo capital de la democracia, como había decidido Felipe II en 1561, más que nada por la abundancia de caza y la escasez de nobles.

Barcelona solo fue una capital transitoria durante la Guerra Civil, pero Franco devolvió a Madrid el papel protagonista de ciudad central en una España con estructura radial. Ahora habría que recuperar una Barcelona más cosmopolita que identitaria. Si fuese la capital del reino, todos los partidos tendrían que retratarse. ¿Dejarían los nacionalistas catalanes de ser secesionistas y los republicanos catalanes de ser republicanos? ¿Dejarían los socialistas de lado el Estado federal y los comunes la plurinacionalidad de diseño? ¿Dejarían los ultraderechistas de dar la matraca con la reconquista de la unidad y los populares con la inmersión lingüística? ¿Dejarían todos de valorar los méritos y deméritos del rey emérito? ¿Dejarían el Barça y el Madrid de usar sus palcos para la política? Dirán que no es lo mismo retratarse que retractarse.