Ni Miguel Ángel Muñoz, ni Saúl Craviotto, ni Ona Carbonell, ni la divina Tamara Falcó, a la que Vargas Llosa que andaba por casa le corregía las faltas de su blog. El gran ganador, elección tras elección, de Masterchef Celebrity, es Miguel Tezanos. Él es el que mejor cocina. Cocina clásica, de la de toda la vida, o cocina de filigrana, si hay que esferificar se esferica. Tezanos ha convertido el CIS en un psicoanálisis mensual a los españoles para que voten lo que él, o sea, Moncloa, quiera. Lo hizo con las generales. Daba la victoria del PSOE de su jefe Sánchez, la fragilidad del PP, el hundimiento de Ciudadanos y el dopaje de Vox y así se cumplió su receta. En las catalanas, Tezanos se puso estupendo y apoyó la operación del propulsado Illa. Los cohetes de su desembarco en Cataluña utilizaron gasolina CIS, encuesta a encuesta. Illa podría ganar. Illa casi ganaba. Illa estaba a punto. Y casi lo consiguió. El plato de Illa se le quemó un poquito casi en la línea de meta. El secesionismo es mucho secesionismo. No calculó bien Tezanos que hay mucho catalán en el rural abonado al histrionismo del emperador Puigdemont en Waterloo. Pero casi lo logra.
Faltaba la irrupción de los fogones del CIS en las elecciones más viscerales que vamos a vivir en mucho tiempo, las de Madrid. Tezanos cogió a sus muchachos y los puso a leer los posos del café. ¿Qué dicen los números? Que la izquierda iba por delante de la derecha. No le gustaron esos números. Y recurrió raudo a las técnicas de los grandes maestros de la cocina y, tal y como han denunciado expertos de otras consultoras que no pagamos todos con dinero público, aplicó la esferificación casera para que le saliese un empate entre el bloque de la izquierda progresista, a la que sirve, y el bloque de la derecha ultramontana, a la que trata de hundir. Tenemos que sacarnos de la chistera un empate para que los nuestros no se queden en casa, le dijeron desde Moncloa. Necesitamos un impulso para Gabilondo. Tiene que salir dañado de esta primera encuesta para movilizar a los afines. La derecha está hipermotivada. Hay que hacer una pequeña trampa, una excéntrica estimación, y darle un par de diputados al frente Ayuso a costa del frente Gabilondo para que nos salga un niquelado empate a 68 escaños que nos puede dar alguna posibilidad de evitar la foto de Colón en la Puerta del Sol. Esa fue la estrategia, sin cortarse un pelo. Ahora el CIS, que pasó de hacer encuestas cada dos meses a realizarlas mensuales, va marcando a los españoles, en este caso a los madrileños, qué es lo que tienen que votar. Utiliza la fórmula tan antigua de que Vicente va a donde va la gente. Y va redirigiendo las papeletas para que al final se produzca un milagro que esta vez tiene muy complicado. Ayuso parece más materia de milagros que Gabilondo. Y el efecto Iglesias mucho me temo que se quedará en (d)efecto Iglesias. Tezanos es el indiscutible ganador de Masterchef Celebrity. Lo mismo te sirve una mayoría por la mínima que una derrota por la máxima.