La web de La Voz de Galicia abrió hace unas semanas un consultorio para que los lectores contasen su experiencia con las compañías de electricidad. Y, claro, el resultado fue una mina. De los muchos casos que llegaron, los de Marta y Javier me llamaron particularmente la atención. A ambos les contaron mentiras por teléfono para obtener un sí. Un sí que no era para lo que les habían dicho, sino para contratar la luz con otras compañías de cuyos nombres no habían oído hablar en la vida. Los dos cayeron en la trampa, claro, aunque ambos han recuperado sus contratos anteriores. Pero cuántos más Marta y Javier habrá por ahí. Lo que están consiguiendo esas empresas que mantienen prácticas comerciales con ética cero es incrementar aún más la desconfianza en un mercado eléctrico por el que cada vez más hay que andar de puntillas. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia empieza a pisarle los talones a esas empresas que engañan. Conclusión: eviten contratar nada por teléfono y, si lo hacen, midan bien para qué dan sus síes.