El 18 % de la población mundial vive en la India, un país acostumbrado a grandes concentraciones de personas, donde la distancia social es una entelequia. Aún con estas características, hemos pecado de confiarnos demasiado, quizás porque, a pesar del enorme reto de vacunar a una población de más de 1.300 millones de habitantes, creímos que tener nuestro propio laboratorio de vacunas nos situaba en una posición de ventaja respecto al resto del mundo.
El subcontinente asiático, a pesar de su dimensión, no es un lugar aislado. Ningún lugar lo es cuando hace frente a una pandemia y la falta de previsión y autoprotección ha provocado un desastre sanitario sin precedentes. La India pide socorro para contener las muertes, para ayudar a sobrevivir a los miles de personas contagiadas con pronósticos más graves, con un déficit de oxígeno que les está matando, destrozando a las familias y sumergiendo al país en una crisis.
La Fundación Vicente Ferrer está aquí para ayudar, y cuanto más complicada sea la situación más convencidos estamos de nuestra misión y nuestro compromiso con la gente que sufre.
Nuestro hospital de Bathalapalli, reconvertido en esta crisis en hospital covid-19, necesita, como tantos otros, oxígeno. La mitad de los pacientes que llegan hasta nuestras puertas requieren este tratamiento respiratorio para sobrevivir.
Una vez más la solidaridad nos ha acompañado y con la ayuda de muchos donantes, sensibles a esta catástrofe, hemos podido adquirir un generador de oxígeno que nos dará autonomía para cuidar de nuestros pacientes sin depender de proveedores externos. Esperamos que, a pesar de las dificultades logísticas, pronto podamos recibirlo. Tal y como están las cosas no será suficiente, así que estamos pendientes de recibir más. El martes de la semana pasada pudimos descargar 22 toneladas de ayuda humanitaria que llegó desde España gracias a la alianza de la Fundación con Open Arms. Estos materiales sanitarios también se distribuirán a otros hospitales de la zona que tienen las mismas necesidades.
Os animamos a apoyarnos a través de la campaña creada para esta emergencia, Oxígeno para la India. Solo unidos lograremos mitigar tanto sufrimiento y seguir al lado de esas personas vulnerables a las que apoyamos, cuya principal preocupación cada día que pasan en el hospital es que están perdiendo su jornal, agravando así su situación de pobreza. Me gustaría explicar la necesidad de liberar las patentes como única vía para evitar que nuevas variantes sigan prolongando esta pandemia. Esto es una lucha global y la única solución posible es la vacunación sin discriminaciones. Nadie estará protegido mientras en algún lugar del mundo el virus siga campando a sus anchas. Ya hemos comprobado que hace lo posible por resistir.