¿Qué empresas podrían estar afectadas por una reestructuración de deuda? Muchas compañías que arrastraban niveles altos de endeudamiento precovid y aquellas que se enfrenten a restricciones de endeudamiento tras haber accedido a financiación ICO podrían encontrarse a medio plazo en situaciones de falta de liquidez o insolvencia. Esta circunstancia podría hacer que muchas de ellas se vean abocadas a reestructurar su deuda y acordar nuevos calendarios de amortización.
En este proceso es clave el apoyo y acompañamiento para que puedan hacer frente a las dificultades financieras desde un momento temprano, cuando resulta posible prevenir la insolvencia y garantizar su viabilidad, a través de una reestructuración de la deuda. Un asesoramiento global y coordinado puede facilitar la refinanciación y ayudar en la adopción de las medidas más adecuadas en cada circunstancia.
¿Cómo actuar según la ley concursal? El texto refundido de la ley concursal ha incorporado en su libro II (Del Derecho preconcursal) un conjunto de reglas cuyo fin es permitir a las empresas la reestructuración de su situación financiera intentando evitar el concurso. Esta legislación ha optado por un procedimiento muy flexible, que se asienta en una comunicación previa del deudor al juzgado competente para conocer sobre el posible concurso.
A partir de esa comunicación de apertura de negociaciones, el deudor puede optar por diversas fórmulas predispuestas para superar su situación de insolvencia actual o inminente: propuesta de convenio anticipado, solicitud de mediador concursal, un acuerdo de refinanciación de créditos financieros para su homologación en el juzgado o la negociación de otros acuerdos de refinanciación colectivos o singulares. Esta comunicación es el presupuesto para que puedan desarrollarse todos estos remedios preconcursales, y puede permitir que el deudor supere su situación de insolvencia mediante un acuerdo homologable por el juzgado. En caso contrario, podrá solicitar la declaración de concurso en el plazo estipulado.
¿Qué se deberá tener en cuenta? En el marco de este tipo de procesos de reestructuración de deuda no solo se modificarán las condiciones financieras, sino que también las entidades bancarias exigirán nuevas garantías o la extensión de las existentes. Además, suelen ser procesos con una estructura legal compleja, de ahí que resulte clave que el asesor asista a la compañía no solo en el procedimiento preconcursal judicial, sino también en la discusión, negociación y puesta en marcha de la refinanciación con los diversos acreedores.
Por último, no debe olvidarse que la normativa aprobada durante el 2020 modificó el régimen del derecho preconcursal, ampliando los plazos de negociación. El Real Decreto Ley 5/2021 sigue en vigor, y ha ampliado la moratoria concursal (plazo para solicitar concurso) hasta el 31 de diciembre del 2021, estableciéndose que el deudor dispondrá de dos meses a partir del 1 de enero del 2022 para instar el concurso si persiste la situación de insolvencia. La moratoria es un derecho del deudor, no una obligación, ya que nada impide que el deudor pueda acudir a los acuerdos de refinanciación regulados por la actual ley concursal.