Ángeles Alvariño y el monstruo

Eduardo Riestra
Eduardo Riestra TIERRA DE NADIE

OPINIÓN

Miguel Barreto | Efe

24 jun 2021 . Actualizado a las 12:41 h.

Mientras llega a las librerías La estirpe, biografía del monstruo, de Eduardo Boix, que hace un recorrido muy personal por los monstruos de los que fue teniendo noticia a lo largo de su infancia y su juventud -Charles Manson, Antonio Anglés, Ricardo Barreda, José Bretón...- aparece de nuevo el maligno, que paradójicamente desata un inmenso tsunami de palabras porque no hay palabras que describan el horror. Y también un inesperado nombre, un destello de sol entre tanta perplejidad. Ángeles Alvariño, el buque oceanográfico que ha encontrado las pruebas del crimen a mil metros de profundidad, algo perfectamente imposible. Y usted, lector perspicaz, habrá adivinado que la embarcación lleva nombre gallego. Efectivamente, Ángeles Alvariño, tal como cuenta Ana Alemany en Mujeres de los mares, nació en Ferrol en 1916 y renunció a estudiar Medicina, por el mar. Comenzó Ciencias Naturales en Madrid, que le interrumpió la guerra de Franco, y regresó a Galicia, donde, pásmense usted, aprendió inglés y francés en 1936. Luego y por este orden, se casó, se doctoró en Química y se hizo bióloga oceanógrafa. Más tarde, con una beca del British Council, se convirtió en la primera mujer enrolada en un barco científico. A continuación se incorporó al Oceanográfico de Massachusetts y en Estados Unidos desarrolló una carrera científica de prestigio mundial, eso sí, sin olvidarse jamás de su tierra.

Y hoy su nombre representa la dignidad, la parte más elevada del ser humano surcando las aguas del averno.