Portugal lo hizo bien... para Europa

Francisco Carballo-Cruz PUNTO DE VISTA

OPINIÓN

JOSE SENA GOULAO

10 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

En el primer semestre de este 2021 Portugal ostentó la presidencia del Consejo Europeo. Aunque la presidencia rotativa del Consejo ya no es tan importante como cuando no tenía un presidente permanente, el papel que los estados miembros asumen cuando tienen esta responsabilidad continúa teniendo relevancia significativa. En concreto, el estado miembro que lidera el Consejo debe definir e influenciar agendas, coordinar reuniones de alto nivel y dinamizar y negociar multitud de procesos legislativos. Aunque la definición y aplicación de medidas y políticas y la aprobación de la legislación correspondiente no depende exclusivamente del desempeño del país que ostenta la presidencia, su empeño, experiencia y competencia diplomática son aspectos con una influencia capital en el perfeccionamiento de la Unión en su conjunto.

La presidencia portuguesa estuvo fuertemente condicionada por la pandemia, no obstante, el balance es genéricamente positivo. A nivel económico fue posible poner en marcha los Fondos Next Generation y cerrar el próximo marco financiero Plurianual. Asimismo, realizó un importante esfuerzo diplomático para que los parlamentos ratificasen la decisión sobre recursos propios, que permitirá emitir deuda conjunta para financiar los Planes de Recuperación y Resiliencia de los estados miembros. En el plano social, el principal hito fue la Cumbre Social de Oporto que, aunque falló en términos de concreción, podría ser el primer paso para el desarrollo del pilar social de la Unión. A nivel legislativo, consiguió cerrar algunos dosieres de gran importancia. En este ámbito, los principales avances fueron el acuerdo sobre la reforma de la PAC y la aprobación de la ley europea del clima.

En el dominio de la política externa, la presidencia portuguesa tenía como objetivo reforzar los vínculos de la UE con territorios con los que Portugal mantiene lazos históricos, como África o la India. Sin embargo, la agenda africana no tuvo ningún protagonismo y la cumbre UE-India no tuvo la repercusión esperada. El nuevo acuerdo con Mercosur tendrá que esperar a que la situación pandémica se estabilice. Aunque se vislumbraba difícil, el principal fallo imputable a la presidencia portuguesa es su incapacidad para lograr un pacto sobre la implementación del certificado digital covid. Los esfuerzos lusos no lograron garantizar uniformidad de criterios y cada estado está imponiendo restricciones diferentes.

En general, la cuarta presidencia portuguesa de la UE ha conseguido avances importantes. La experiencia de los diplomáticos y políticos portugueses y su conocida capacidad para generar acuerdos han sido absolutamente decisivos para dinamizar agendas de indudable importancia y cerrar acuerdos de gran alcance tanto sectorial como transversal.