De este Gobierno ya no me sorprende nada. Superó hace tiempo mi capacidad de asombro. Pero incluso con la facultad de estupefacción bajo mínimos, me llama la atención la seguridad absoluta con la que este equipo de personas, con distintas y desiguales competencias, es capaz de referirse a las cuestiones más complejas con la aplastante contundencia de quien en realidad lo ignora casi todo. Esa temeridad había afectado hasta ahora, fundamentalmente, a los problemas de España. Pero el país se le queda corto a este Ejecutivo tan sabio, y por ello se lanza ya a arreglar los problemas del mundo global, al margen de lo que digan los expertos o la comunidad científica sobre cualquier cuestión.
Decía el filósofo, matemático y escritor británico Bertrand Russell que «el problema de la humanidad es que los estúpidos están seguros de todo y los inteligentes están llenos de dudas». Pocas citas le cuadran mejor a este Gobierno. Les pongo un ejemplo. Mientras la comunidad científica internacional, los expertos en virología y las máximas autoridades médicas en materia de vacunas reconocen que es imposible hacer predicciones con certeza sobre plazos de resistencia de los anticuerpos frente al covid-19, la evolución de las distintas mutaciones del virus o si será posible o no conseguir la inmunidad de grupo, la ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant, lo tiene ya perfectamente claro y nos alecciona sobre ello. El gran debate científico mundial es si será necesario o no aplicar una tercera dosis de la vacuna para conseguir la inmunidad. Pero Morant, que no es médica, ni viróloga, ni inmunóloga, sino ingeniera de Telecomunicaciones, y que hasta hace unos días ejercía el muy meritorio cargo de alcaldesa de Gandía (Valencia), acaba de asegurar con total rotundidad que «nos vamos a tener que vacunar muchas más veces». «No hablo de una tercera dosis en esta fase, hablo del año que viene, el siguiente... El covid no nos va a abandonar», asegura la ministra sin atisbo de duda.
Morant haría bien en transmitir sus descubrimientos a los científicos, empezando por Anthony Fauci, médico especializado en inmunología, máximo asesor sanitario del presidente norteamericano Joe Biden y una eminencia en epidemiología, que sobre esa misma cuestión acaba de declarar: «Ahora mismo, con los datos y la información que tenemos, no necesitamos administrarle a la gente una tercera dosis». Aunque, algo más prudente que Morant, Fauci añadió que, «a medida que evolucionen los datos»» y cuando concluyan los estudios en marcha, se sabrá si es necesaria una tercera dosis de refuerzo. Algo que juzgó «probable».
Lo ignoro todo sobre el covid-19. Pero creo que el que una ministra española, que ni siquiera es la de Sanidad, asegure con absoluta certeza y sin respaldo científico alguno que nos vamos a tener que vacunar no una tercera, sino «muchas más veces» no contribuye a ofrecer seguridad y confianza. Sobre todo cuando, a la vez, Pedro Sánchez anuncia por enésima vez que ha derrotado al virus.