A vueltas con el sistema MIR y la docencia

Eduardo Vázquez Martul AL HILO

OPINIÓN

ALBERTO LÓPEZ

11 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

«Sanidad prepara una norma que le permite obligar a médicos a ser tutores de residentes». Leyendo esta noticia sospecho que alguien aún no ha entendido lo que ha significado la implantación del sistema MIR. El tiempo pasa y parece borrar el mayor cambio real en la Administración que se realizó en este país desde que se implantó. La clave fundamental para que el sistema haya funcionado ha sido precisamente que el MIR (médico interno residente), con más experiencia, debe transmitir conocimiento y practica a los que iban llegando bajo la tutela del facultativo correspondiente y el responsable del servicio médico correspondiente. La docencia no es algo estático o inamovible, es activa y constante por medio del ejemplo, de la actitud ante el paciente o el equipo (fundamental), con sesiones clínicas diarias y discusión de temas complejos que acontecen diariamente.

Con este sistema y siempre con la supervisión de aquellos con más capacidad, el conocimiento se va transmitiendo. Se huye así de aquel trasnochado y antipedagógico paternalismo que existía en las facultades de medicina en las que la docencia se limitaba a escuchar una clase magistral, leer unos apuntes reeditados o estudiar un libro recomendado. Ese cambio ha sido trascendental y revolucionario, al establecer una responsabilidad gradual, con el acopio de experiencia y conocimiento, que ha significado alcanzar los niveles conseguidos en nuestro país. Por eso me extraña la noticia, y sobre todo lo del término de «obligar». El sistema MIR lleva consigo la obligación de enseñar al compañero. Enseñar, en medicina, es un principio básico y deontológico.

A instancias de la comisión central de docencia del Insalud, se puso en marcha ya hace tiempo la figura del tutor, y lo más importante, la dinámica de evaluar, proceso que no se limita a calificar o examinar. ¿Pero realmente el tutor o dicha comisión de docencia evalúan siguiendo toda la dinámica que conlleva la evaluación? Difícil tarea, ya que el tutor no solo deberá estar motivado sino que también tendrá que estar arropado de la autoridad necesaria para supervisar o evaluar conocimiento, actitud y comportamiento, aspectos imprescindibles en esta profesión. Son características fundamentales muy relacionadas con la carrera profesional, que implican hacer una evaluación no para calificar o castigar, sino para motivar, primando la buena practica de todo el personal sanitario. No hay que inventar nada, sobran leyes. Solo se debe hacer cumplir las que hay.