España figura en el puesto 16 de los 27 países de la UE, dos posiciones por detrás de la ocupada el año anterior, en el European Innovation Scoreboard 2021, lo que se explica porque la inversión (pública y privada) es deficiente, por más que no sea este el único ni principal problema. También son deficientes las políticas de innovación y las de organización y gestión para alcanzar objetivos definidos, aún con el lastre del grave deterioro en el gasto en I+D pública, gasto que mientras las empresas lo incrementaron en 1.200 millones desde el 2010, las administraciones lo disminuyeron en 100 millones en el mismo período. Es obvio que en la innovación las carencias van más allá del esfuerzo inversor, de lo que es buena prueba la incapacidad para gastar el presupuesto público asignado. Una incapacidad del 50 %, pues de los 7.044 millones presupuestados solo se han ejecutado 3.667 el último año.
Sin embargo, se observan cambios en las últimas decisiones del Gobierno al parecer encaminadas a una planificación por objetivos en investigación e innovación, en la estela de las Misiones de Horizonte Europa 2021-2027, algo también propugnado para las políticas públicas por Mariana Mazzucato.
En esta línea han sido aprobadas este año dos misiones: IMPaCT y Quantum Spain. La primera, financiada con casi 24 millones de euros, tiene como misión establecer las bases para facilitar el despliegue de la medicina de precisión en el Sistema Nacional de Salud. Medicina sostenida en tres ejes: predictiva, ciencia de datos y genómica, desde los sistemas de gestión del CIBER del Instituto de Salud Carlos III, descentralizados desde Madrid (doctora Marina Pollán), Cataluña (doctor Alfonso Valencia) y Galicia (doctor Ángel Carracedo). Una misión apasionante y que debiera de obligar a los envejecidos sistemas de gestión de la I+D a replantear su organización. Una primera piedra para los imprescindibles cambios de objetivos y gestión en el Ministerio de Ciencia e Innovación.
Y por otra parte Quantum Spain, dotado con 22 millones ampliables a 60, para crear un «ecosistema de computación cuántica» en España. Con la participación de 25 universidades y centros de investigación, coordinados por el Centro Nacional de Supercomputación, impulsados esta vez por el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, con el objetivo de desarrollar algoritmos cuánticos dirigidos a resolver problemas reales. Porque como ha señalado el profesor Latorre, del Consejo Nacional de Inteligencia Artificial, «la pregunta no es cuándo, sino quién desarrollará esta tecnología». Otra piedra para reflexionar en el Ministerio de Ciencia e Innovación
Propuestas sobre ciencia, que estimulan a conversar, reflexionar, ¡y a ser feliz!. Busquen Cuántica del profesor José Ignacio Latorre, o La vida en cuatro letras del también profesor Carlos López Otín, y se acercarán a la tarea de esas misiones que ahora empiezan. «Porque la realidad —como dijo Latorre— es un concepto sutil. Existe en la medida en que la miras».