El sistema como problema

Ernesto Sánchez Pombo
Ernesto S. Pombo EL REINO DE LA LLUVIA

OPINIÓN

Lavandeira jr | Efe

29 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La atención primaria de nuestro país está colapsada. Profesionales, usuarios y medios de comunicación denuncian a diario que se encuentra al límite, con su capacidad ampliamente superada y los sanitarios agotados. La situación que nos describen es alarmante, pero tampoco puede sorprendernos porque el problema no se inició ayer, ni lo que lo llevó a este caos es el récord de contagios del covid-19 que estamos sufriendo. Aunque contribuye a su desorden.

Lo del caos en la atención primaria viene de antiguo y se repite periódicamente porque ni existe ni ha existido vocación de arreglarla. Plantillas insuficientes, inversión por debajo de la media europea, mala organización sanitaria y víctima destacada de los recortes, los proyectos de mejora duermen en los cajones de despachos. Y así sigue, siendo la hermana pequeña de nuestra sanidad, en la que recaen todos los problemas del sistema. Realizando funciones de conserje en la puerta de entrada para indicar a dónde se dirigen los pacientes.

Hasta que entendamos que este primer nivel es una atención fundamental para mejorar la prestación y aceptemos que los países que potencian y priman este servicio recogen mejores resultados en salud y mayor satisfacción de los usuarios, con un menor gasto, seguiremos instalados en el lamento.

Porque el problema real es el sistema. También las inversiones, pero tenemos un sistema sanitario hospitalocéntrico, en el que no se realiza una coordinación ni escala de las atenciones sanitarias. La primaria, la especializada y la hospitalaria. Aquí apostamos por el totum revolutum, que va muy bien con nuestro carácter. Y si además, como en el caso de Galicia, tenemos una población desperdigada y longeva, pues el resultado es el despropósito que vivimos. Un modelo asistencial en el que más del 75 % de la actividad del centro de salud recae en el médico de atención primaria, que además está mal pagado y padece la temporalidad.

Hasta que nos planteemos en serio la reforma del sistema sanitario vamos a seguir asistiendo al colapso de la atención primaria. Y por el camino que llevamos no parecen muy dispuestos a solucionarlo. Claro que lo mismo de lo que se trata es de desmantelarlo y encarrilarnos a la sanidad privada. Si es así, lo están haciendo de maravilla.