Mirar arriba

OPINIÓN

09 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Puestos a extinguirnos por el impacto de una roca llegada desde fuera de la estratosfera, es preferible la visión del planeta Melancholia, de Lars Von Trier, surcando el aire en vuelo rasante. Sin palomitas de maíz crujiendo en los oídos. No mires arriba, la estrella de Navidad de Netflix, es un artefacto de entretenimiento masivo, un largo sketch de un programa satírico de televisión con un reparto de actores que haría saltar la banca de cualquier estudio. La maquinaria de la plataforma, con poca fe en la capacidad del espectador para leer entre líneas, ha advertido previamente de la metáfora que subyace en la película para tapar sus flaquezas con una lección de vida. El cometa que va a arrasar la Tierra representa la amenaza del cambio climático y urge tomársela en serio. DiCaprio, que ya ha firmado documentales sobre esta emergencia, aprovecha las claves del sarcasmo y la comedia glotona para inocular su campaña a las bases. Y una Meryl Streep algo histriónica sirve su venganza personal contra el presidente de EE.UU. que la consideró «la actriz más sobrevalorada».

Si algo ha confirmado la pandemia es que como especie no somos buenos anticipándonos a los problemas y remar unidos no es nuestro fuerte, así que todo esfuerzo por enderezar la próxima crisis planetaria parece poco. Reírse y conmoverse con este enredo agridulce no hace daño, aunque la mayoría lo haya olvidado todo cinco minutos después.