Esto es cosa de Torrente

Ernesto Sánchez Pombo
Ernesto S. Pombo EL REINO DE LA LLUVIA

OPINIÓN

Óscar J.Barroso / AFP7

23 feb 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

No puede ser de otra manera. La crisis desatada en Génova 13, y su desenlace provisional es cosa de Torrente, el cutre detective que llena los cines españoles de la mano de Santiago Segura. Es la única forma de entender el jolgorio que los populares protagonizan en los últimos días. Torrente se instaló en el edificio en venta que nadie compra y desde allí movió los hilos para que ocurriera lo que ocurrió.

Lo primero que lleva a pensar que detrás de la voladura del PP está Torrente es que se ha desarrollado muy a su estilo. Con espionajes, presunta corrupción, escraches, acusaciones, tramas, detectives, chivatazos, amenazas, informes secretos, atrincheramientos e investigaciones. Y chapucería. Mucha chapucería. No falta de nada. Todo ello adobado con lenguaje grueso, situaciones disparatadas y jerga soez.

Torrente ha hecho tan bien su trabajo que nada es lo que parece. Quien desconocía la comisión que se llevó su hermano, reconoció luego que se había beneficiado hasta con cuatro contratos. Quien denunció tráfico de influencias, corrupción reiterada e irregularidades varias, se olvidó de los 286.000 euros, de los 700 muertos, para salvar la silla. Y de presentarse como paradigma de la ejemplaridad y honradez, pese a ser generoso con imputaciones anteriores, un cuarto de hora más tarde ya aceptaba las disculpas que no fueron tal y se mostraba dispuesto a olvidar lo ocurrido.

En medio de este sainete ideado, escrito y guionizado por Torrente, los peatones seguimos sin saber cuánto dinero público recibió el hermano Tomás, ni por qué lo recibió, ni qué gestiones realizó, ni qué papel ocupaba en la empresa que se llevó la adjudicación. Y seguimos sin conocer los entresijos de esta guerra abierta, alocada, disparatada y descarnada Va a ser difícil que nos convenzan de que todo esto surgió de la nada. Pero es que, además, hay un segundo dato que nos lleva a pensar en que detrás está la mano de Torrente. El investigador presume, en los filmes que protagoniza, de su ideología fascista. Y en la explosión de los populares el gran beneficiado, según los primeros sondeos, es el facherío. Nadie puede convencernos, pues, de que esto no es cosa de Torrente.