La decisión de Feijoo y las crisis

Nieves Lagares
Nieves Lagares Díez PUNTO DE VISTA

OPINIÓN

PACO RODRÍGUEZ

04 mar 2022 . Actualizado a las 15:05 h.

No era una decisión difícil, en realidad, ni siquiera era una decisión; simplemente saltó a la corriente que lo arrastraba hacia Génova y se dejó llevar. Nadie puede reprocharle nada, ni siquiera Casado. Feijoo llega a la presidencia del PP como siempre había soñado, reclamado por todos, aclamado por la mayoría, siendo el eslabón que une las distintas sensibilidades del PP. Ni siquiera los que lo creen demasiado de centro se atreven a plantarle cara. La única salida de este lío es la unidad en torno a uno, y ese uno es, desde el primer día, Feijoo.

No es la primera vez que entra al juego a raíz de una crisis. La caída en desgracia de Cuíña abrió la puerta a su ascenso en el PP de Galicia, tuvo que enfrentarse a Barreiro, a los de la boina, y acabó uniendo «boinas y birretes». La crisis de «las sillas y los coches» que Touriño no fue capaz de resolver le allanó el camino de Montepío, pero él echó el resto en una campaña en la que muchos del PPdeG no confiaban, remontando más de cinco puntos en quince días.

Su peor situación preelectoral la vivió en el 2020, cuando las elecciones estaban convocadas para el 5 de abril, en aquel momento nadie daba un duro por él. Pero otra vez una crisis, la pandemia, generó un escenario que tanto él como Urkullu supieron gestionar de forma excepcional. Y ambos recogieron, aquel verano, en votos el éxito de esa gestión.

Ahora otra crisis le abre el camino a Génova, pareciera que Feijoo camina siempre detrás de un cuerpo de zapadores, pero la verdad es que se ha convertido en un experto en gestionar como nadie estos conflictos en los que su performance institucional y su medida serenidad generan un amplio espacio de confianza.

El PP de Casado tenía las elecciones perdidas; mucho más con la entrada en el escenario político de la guerra de Ucrania. Casado no generaba confianza en este escenario de crisis, Feijoo sí. Pero no lo tendrá fácil, puede estar preparado y tener a un PP unido, pero España es muy grande y, si Feijoo quiere tener una oportunidad, tiene que ocupar todo el espacio de Madrid y callar a Ayuso.

No se puede ser presidente de la Xunta y candidato a la presidencia de España a tiempo parcial, y tampoco de nada vale ser el presidente del PP si desde el primer día no eres el candidato a la presidencia de España a tiempo completo. Además, cuanto más se alargue la sustitución, peor para Galicia y para el PPdeG.

Esperemos que al mejor gestor de crisis ajenas no se le atragante la gestión de la suya.