La Luna nos ve pequeños

Jorge Mira Pérez
jorge mira EL MIRADOR DE LA CIENCIA

OPINIÓN

Jo?edson Alves | EFE

10 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Las primeras misiones espaciales tripuladas a la Luna les permitieron a los astronautas ver de otro modo la Tierra. Sabían que vivimos sobre una bola de menos de 6.400 kilómetros de radio, claro; pero contemplar esa bola desde muy lejos, con un simple golpe de vista, les hizo sentir lo absurdo de las guerras entre los seres diminutos que habitan su corteza, protegidos del duro espacio exterior por una fina atmósfera. Sería bueno que muchos dirigentes mundiales experimentasen esa sensación de astronauta. Para los que no podemos hacerlo, una manera de intuir lo pequeño que es nuestro planeta es fijarse en la Luna, y pensar dónde cae su vertical sobre la Tierra en ese mismo momento (el punto en el que tendríamos la Luna justo encima de nuestras cabezas, hay aplicaciones que permiten verla situada sobre el mapa). Así podemos saber en qué dirección quedan muchos países desde nuestras casas, o saber, por ejemplo, qué ángulo de visión ocupa África desde donde estemos, sin más que fijarnos en los momentos en los que la Luna entra y sale de ese continente.

Hoy está en cuarto creciente, y eso genera una situación curiosa: el punto del mapa en el que cae la vertical de la Luna está en la línea de separación entre el día y la noche (esto se debe a que, para tener cuarto creciente o menguante, Sol, Luna y Tierra se colocan en un ángulo de 90º). Por ejemplo, en el momento de la noche en el que escribo estas líneas, la veo desde la ventana de mi casa, y sé que está encima del estado de Florida, y que además allí está atardeciendo.