El brécol, la menopausia y la mácula

Carmen Reija FARMACÉUTICA Y DIVULGADORA SANITARIA

OPINIÓN

Jose Manuel Casal

03 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Al brécol se le atribuye un origen mediterráneo y se cree que es resultado del cruce natural de plantas de la familia de las brasicáceas, como repollo y coliflor. En su composición destaca la presencia de fibra y vitaminas (C, ácido fólico, B1, B2, B6, K y A), considerándose fuente de minerales como calcio, potasio, fósforo, hierro, yodo, zinc, cobre y manganeso. Además, contiene compuestos azufrados con efectos saludables y apenas aporta calorías. Sus fitoestrógenos mitigan los síntomas de la menopausia y tiene una acción depuradora del organismo, estimulando el hígado. Previene la gastritis y, por su contenido en luteína, reduce la degeneración macular, siendo recomendable para quienes padecen anemia ferropénica por su alto contenido en hierro, clorofila y ácido fólico, favoreciendo también la remineralización del organismo.

Elija piezas de color brillante, sin manchas y con los tallos turgentes. Puede conservarlo en la nevera, pero no mucho tiempo para que sus propiedades se mantengan. La mejor opción es prepararlo al vapor para reducir la pérdida de propiedades nutricionales. Se puede consumir en crudo o elaborarlo cocido, al vapor o a la plancha (previo ligero escaldado), entre otras opciones. Si añade un toque picante, incrementará su potencial saludable.

Proponemos una receta. Lavar y cortar el brécol. Cocerlo entre 5 y 7 minutos y escurrirlo. Pelar y cortar patatas. Cocerlas durante 25 minutos. Añadir el brécol al finalizar la cocción para calentarlo. Escurrir de nuevo y aliñar con una cucharada de aceite de oliva virgen extra y una especia picante como curri o pimienta negra.