Muertos y heridos

José Francisco Sánchez Sánchez
Paco Sánchez EN LA CUERDA FLOJA

OPINIÓN

EVELYN HOCKSTEIN | REUTERS

04 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Cien días después de la invasión rusa de Ucrania, hemos estado muy pendientes de cómo terminaba la trifulca judicial entre Johnny Depp y Amber Heard, su ex. Quizá porque ganó él y esto sorprende. En días en los que, más que a individuos, se juzga a colectivos enteros (se los acusa sin miedo a despedazar a las personas concretas), parecía que Depp, siendo varón, apenas podría esperar sentencia favorable. Esquivé las abundantes noticias de estas seis semanas, pero tropecé con sus títulos, imposibles de evitar. Me parecía de una superficialidad insufrible que, estando como están el país y el mundo, dedicáramos tanto tiempo a las riñas domésticas entre dos millonarios. Al final procuré enterarme un poco y, pese a que sigo considerando excesiva la atención que los medios prestan al asunto, ya no lo veo como una mera frivolidad. De hecho, aunque haya ganado el juicio, Depp ha perdido todo lo demás: solo los contratos que le han rescindido la Disney y la Warner suman un monto mucho mayor que la indemnización que deberá recibir de Amber Heard. Sin contar los daños indirectos que acarrean sus ausencias en las películas correspondientes o, el más grave de todos: su fama quedará embarrada para siempre. En realidad, ha perdido casi en cualquier sentido posible.

Da que pensar. Cuando se ideologizan incluso los ámbitos más íntimos, el resentimiento se apodera de la escena, y lo primero que destruye, aunque parezca lo contrario, son los derechos y libertades de las personas. Cien días de guerra han dejado decenas de miles de muertos y heridos. Una carnicería inferior a la que producen esas otras guerras ideológicas en asesinatos, depresiones, suicidios, soledades, sobredosis, miseria.

@pacosanchez