El Dépor y la abuela del entrenador del Albacete

Sofía Vázquez
Sofía Vázquez ESTADO BETA

OPINIÓN

ANGEL MANSO

13 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Sin ser aficionada al fútbol no puedo evitar sentir y apoyar al Deportivo de A Coruña en momentos especiales; como el del sábado. La ciudad estaba volcada. Por eso, me atreví a decirle a una amiga farmacéutica que se desmelenase y decorase la botica con colores blanquiazules. En las ventanas había colgadas banderas del Dépor.Y ahí seguían después haber perdido el partido. Quizá la afición ya no tuviese fuerza para más. Lo que vio en el terreno de juego fue un espectáculo bochornoso. Entrenador y jugadores no hicieron su trabajo. Su inutilidad quedó patente. Dice un sobrino mío que el único que se salva es Álex Bergantiños. No lo sé.

Mi compañera Elisa, forofa hasta la médula, está hecha polvo. Seguirá estándolo varios días. La conozco.

La afición salió del estadio callada. Nadie hablaba con nadie. Otra vez igual.

Carlos, un amigo de mi hijo mayor, me dijo: «Nos veíamos en segunda sin haber jugado el partido». Había presión. Fue él también el que me comentó que el entrenador del Albacete, Rubén de la Barrera, es de A Coruña. Su abuela estaba en el estadio y sumida en la tristeza le dijo que su nieto, deportivista desde la cuna, no quería verse en este partido. Pero la vida es así. No se puede elegir. Una pena que los jugadores no hubieran estado a la altura. No corrieron, no atacaron, no defendieron como debían. Pero ya está. No pasa nada porque, tarde o temprano, ganaremos. ¡Forza Dépor!