Las palabras no pertenecen a nadie. Ni siquiera a la Real Academia ni a las páginas del diccionario. Pero algunas quedan prendidas a símbolos y con el tiempo se convierten en marcas. En el metalenguaje de la televisión española, la palabra «clave» es un concepto vinculado al prestigio del programa La clave, un emblema de la televisión de calidad en la época de la Transición. Desde el reducto de la segunda cadena, hoy La 2, marcó la iconografía de una generación, aunque muchos ni siquiera andaban por entonces en edad de ver ni de entender aquellos sesudos debates monográficos precedidos de la proyección de una película.
No es casualidad que últimamente hubiesen proliferado programas que llevaban en su nombre este término con poso de erudición acuñado por el espacio del recientemente fallecido José Luis Balbín. A principios de este año, RTVE estrenó el nuevo formato Las claves del siglo XXI, un programa de análisis y debate presentado por Javier Ruiz en las noches de los viernes y que acaba de despedir su primera temporada en pantalla. Balbín había mostrado su contrariedad por el uso que hacía la cadena pública de una palabra que veía como suya por su innegable alcance en el ámbito televisivo. La Sexta, al proponer su espacio de análisis La Sexta clave, tiró del mismo hilo.