Generar energía masivamente a través de fusión nuclear acabaría con la crisis energética. El proceso consiste en fabricar un pequeño Sol: unir átomos de hidrógeno, lo que crea helio y libera enormes cantidades de energía de manera limpia. Ahora bien, para que el proceso nos sea realizable (a 150 millones de grados) no vale cualquier átomo de hidrógeno. No vale el hidrógeno habitual, compuesto por un protón en el núcleo y un electrón. Lo que se necesita es fusionar un hidrógeno llamado deuterio (que tiene un neutrón arrimado al protón en el núcleo) con otro llamado tritio, que tiene dos neutrones al lado del protón. Por cada 6.500 átomos de hidrógeno hay uno de deuterio; se saca del mar y el proceso cuesta unos 10 euros por gramo. Pero el problema está en el tritio: solo hay uno por cada trillón de átomos de hidrógeno. 1 gramo de tritio cuesta unos 30.000 euros. Hay voces en la física que advierten que los actuales proyectos de fusión podrían tener un cuello de botella en la disponibilidad de tritio. Algunos cálculos apuntan a que, si el reactor internacional de fusión que se construye en Francia se pusiese en marcha en el 2035, se comería todo el tritio disponible en el mundo en 20 años, que además no se puede guardar demasiado (en un almacén de tritio se descompone la mitad cada 12 años). Hay maneras de producir tritio (bombardeando litio con los protones producidos en el propio proceso de fusión), pero algunos investigadores estiman que la tasa de producción no sería suficiente. Esperemos que se arregle.