García-Gallardo, el vicepresidente de Castilla y León, afirma que detrás de la crisis demográfica de su tierra está el sexo por placer sin fines reproductivos. Como se imaginan, este señor es de Vox y nos ha explicado que al invierno demográfico «le ha hecho un flaco favor esta hipersexualización de la sociedad, esta banalización del sexo, esta conversión del sexo en un acto de consumo, porque se ha convertido en un fin en sí mismo».
Para que los lectores lo entiendan, desde el Bierzo a las Merindades, desde el Tormes al Pisuerga, salvo los pastores todo el mundo se encuentra practicando sexo y esto tiene sus consecuencias. Los castellanos y leoneses «se han liberado de las cadenas que supone la familia y el matrimonio para dedicar su existencia a satisfacer sus deseos sexuales».
Como no podía ser de otra manera, las redes sociales y la prensa, incluida la internacional, se han hecho eco de tan sorprendentes declaraciones. El diario británico The Guardian se pregunta si, como estrategia, «¿han intentado presentar estos lugares despoblados como semilleros de sexo casual?»; y The Times titula: «Culpan al sexo de la fuga de población en las regiones españolas».
Veamos. Uno de cada cuatro habitantes de la comunidad autónoma es pensionista, como reflejan los datos de la Seguridad Social, que agrupan a 566.463 pensionistas sobre un total de 2.383.139 habitantes. La población centenaria se ha multiplicado por cinco en los últimos años, con una clara mayoría femenina. La típica población hipersexualizada.
En el extremo opuesto, el 25 % de jóvenes de 25 a 39 años de Castilla y León viven en otras regiones españolas; entre los titulados universitarios el porcentaje es de un 35 %, por falta de oportunidades. Según el señor Gallardo, en su comunidad practican el sexo por placer, mientras que si emigran a Aragón o a Ourense se pasan el día procreando. Este tío es un fenómeno.
Este hombre de Vox, como otros de mentalidad precámbrica, ya ha destacado por sus posiciones sobre la comunidad LGTBI, los inmigrantes, las feministas, etcétera. Sin embargo, no se conoce su opinión sobre ninguna cuestión concreta. Ahora, ha demostrado su conocimiento de los problemas de su comunidad con esa aproximación sexual al problema de la despoblación.
No sé que tienen estos tipos en la cabeza que se pasan el día pensando en que todo tiene un origen sexual, por defecto o por exceso. Es una tara muy poco aconsejable para quien pretende gobernar, aunque, por suerte, en el caso del señor Gallardo no hay problema, ya que no tiene ninguna competencia; lo peligroso es que el presidente no lo desautorice. ¿Qué estará haciendo, baby?
En fin, empiezo a pensar que la caída de la A-6 en la frontera de Galicia con Castilla y León es interesada para que los gallegos practiquemos el sexo con fines reproductivos y no viajemos a la tierra de la lujuria de Mañueco. ¡Yo quiero ir!