Si dices «guay», eres una «boomer»

Sandra Faginas Souto
Sandra Faginas MI MUNDO ES OTRO

OPINIÓN

PEXELS | EUROPAPRESS

21 jul 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando alguien se hace mayor se le nota en la lengua porque las palabras se ajan a la misma velocidad que la piel de la cara. Recuerdo que cuando estaba sentada en la facultad, mi profesor de Lingüística General, el catedrático Mauro Fernández, me preguntó una vez si la expresión guay, que entonces todos usábamos, tenía cabida en el idioma. Debatimos en aquella aula rato largo para defender con viveza que esas muletillas juveniles aportaban una expresividad que le quedaba muy lejos a otros adjetivos más ortodoxos como fantástico. Ser guay entonces era guay. Pero aquí estamos, muchos años después, afrontando ese lenguaje menopáusico con el sudor de la edad. Si en un ataque de supuesta juventud, a alguno se le ocurre soltar eso de guay delante de un chaval de 15 años para hacerse el enrollado, entonces, se lo advierto, lo calificarán de boomer. Y con esa frescura propia de la adolescencia, les habrán llamado viejos pellejos. Porque boomer identifica a la generación del baby boom, esa que ya peina canas y dice guay a la mínima de cambio. Los jóvenes padrean así, usando fórmulas que nos limitan en las fronteras del idioma y de la edad. Y ahí estamos, de un lado los guais con su presbicia, y del otro ellos, tan de chill en su mundo, abrazando nuevos términos que los alejen lo máximo de nosotros. Los jóvenes prefieren llamarse bro, se lanzan beefs en lugar de pullitas y vaibean (de good vibes) cuando algo lo sienten a tope. A tope hoy estaría funado y a algunos les daría cringe, esa mezcla de vergüenza y asco, que a veces les producen los padres. Eso sí, para los de 15 años todo es random, y en eso les doy la razón. Es un sinsentido esto de la lengua, en menos de nada serán ellos los que parecerán boomers diciendo: «¿Qué tal, bro?».