El verano y la búsqueda del embarazo
OPINIÓN

Una creencia popular, y que a veces encuentra confirmación en la realidad, es que cuando se busca el embarazo con mucho empeño, no se consigue. Si hay nervios, ansiedad por la descendencia que no llega, las relaciones sexuales se focalizan en la reproducción y aumenta la ansiedad. El estrés es, per sé, uno de los motivos a los que se atribuye el descenso de la fertilidad, y es que la vida actual, rápida, muy ocupada y con demasiadas demandas, produce reacciones orgánicas que no favorecen la concepción. Así, la fatiga el agotamiento y, en muchos casos, la ansiedad suponen una traba ya desde el momento en el que afectan a la libido y a las ganas de mantener relaciones sexuales.
Más allá, estos factores dificultan también la concepción, ya que se les relaciona con fluctuaciones irregulares de la menstruación, con una menor ovulación y, en los varones, con menor calidad de su liquido seminal. La eliminación de la ansiedad repercute positivamente en la fertilidad, puesto que esta induce un retraso o incluso una inhibición de la hormona que desencadena la ovulación (LH). Además, produce un aumento de glucocorticoides, de adrenalina y noradrenalina que podrían disminuir la receptividad del útero a los embriones.
El verano es una época muy favorable en este sentido para tratar de conseguir el embarazo. A una menor tensión diaria se une una alimentación más sana, con un mayor consumo de frutas y verduras, ricas en antioxidantes, vitaminas, minerales y ácido fólico, así como en pescados de temporada que aportan zinc, selenio, omega 3 y vitamina D.
Otros factores que ayudan a quienes buscan la descendencia son la mayor ingesta de líquidos propia de los meses de calor, una exposición continua y mayor a los rayos solares, y la práctica deportiva de la natación, que, en el caso de la mujer, relaja y fortalece toda la musculatura, incluyendo la abdominal y la de la zona pélvica.
Si la pareja o la mujer decide iniciar bajo este tiempo veraniego un tratamiento de fertilidad, tener más tiempo para acudir a las consultas e informarse ayuda a afrontar pruebas, diagnósticos y técnicas hasta el momento desconocidas. También es importante, que las personas del entorno de la mujer, tengan tiempo libre para ayudarla o acompañarla si ha de hacer frente a la betaespera, el intervalo en el que se le comunicará si ha quedado embarazada, y que es un período muy angustioso y estresante.