Parece imposible que una chapuza tan grande e ignominiosa como fue el intento de golpe de Estado del 23-F haya podido dar lugar a manifestación cultural alguna. Muchos no saben que a raíz de aquella astracanada se crearon numerosos textos literarios, ya fueran novelas o ensayos, biografías y autobiografías, teatro, cómics, musicales, sátiras, cine (largometrajes y cortometrajes), series de televisión, numerosos programas de radio, representaciones de las diversas artes plásticas y hasta dos episodios de Cuéntame. Parte de lo citado hasta ahora es ficción basada en hechos reales. Pero, ¿cuáles fueron estos hechos? Tras lo estudiado hasta ahora por la más reconocida historiografía, las cosas empiezan a estar más claras. El papel del general Armada fue determinante. La asonada militar fue preparada para que dicho general acudiera al Congreso con permiso de Zarzuela con una lista de personas que conformarían un Gobierno de concentración nacional, en la que figuraban militares, miembros del PCE y del PSOE, entre otras formaciones, y algún que otro personaje que pudiese por lo menos intentar calmar los ánimos de aquella España tan crispada. Cuando Armada, por entonces segundo JEME por expreso deseo del rey Juan Carlos, le entrega la lista de futuros ministros a Tejero, este monta en cólera y la rompe en mil pedazos. Él, según sus palabras, no había montado semejante circo para que aquellos «payasos» fuesen a gobernar España. Por eso no es tan descabellado decir que el 23-F fue abortado, fundamentalmente, por la ira de un guardia civil de tupidos bigotes.