
Quizá sea mala suerte, pero todos los libros políticos que he leído en los últimos tiempos coinciden en un diagnóstico: las democracias occidentales no gozan de la buena salud que pensábamos. Están cercadas por poderosos
Quizá sea mala suerte, pero todos los libros políticos que he leído en los últimos tiempos coinciden en un diagnóstico: las democracias occidentales no gozan de la buena salud que pensábamos. Están cercadas por poderosos