La nueva política es un invento más viejo que la rueda. Bien lo sabe Santiago Abascal, experto en vieja y nueva política que vivió confortablemente en un chiringuito del PP y ahora vive confortablemente liderando el artefacto Vox. La única diferencia entre vieja y nueva política es que, como en el caso de la meteorología, la nueva parece más extrema, a lo mejor son cosas del cambio climático que niega Vox. A Santiago Abascal no se le ha borrado la cara de por qué me pasa esto a mí desde que Macarena Olona anunció que bajaba a por tabaco. El número 2 del partido, algo así como Espinosa de los misterios, dice que el expediente Olona es un culebrón de la prensa rosa. Pero la prensa, sea del color que sea, quiere saber, y Santiago Abascal, si sabe, contesta con el rostro y el verbo entrecortados. Él, que había acudido a una charla titulada Liderazgo y compromiso político con España. Liderazgo. Pues en Vox es romperse un plato y echarse a temblar toda la vajilla.