
Responder esa pregunta —fantasma que hoy recorre toda Europa, como aquel otro al que Marx se refería en la primera línea de El Manifiesto Comunista— exige, en primer lugar, distinguir entre el fascismo y lo
Responder esa pregunta —fantasma que hoy recorre toda Europa, como aquel otro al que Marx se refería en la primera línea de El Manifiesto Comunista— exige, en primer lugar, distinguir entre el fascismo y lo