
La que ha liado Liz Truss. En menos de lo que canta un gallo, sin apenas tiempo para deshacer la maleta tras su llegada al número 10 de Downing Street, puso patas arriba la tambaleante
La que ha liado Liz Truss. En menos de lo que canta un gallo, sin apenas tiempo para deshacer la maleta tras su llegada al número 10 de Downing Street, puso patas arriba la tambaleante