En una entrevista a Josep Borrell, alto representante de la UE para asuntos exteriores (La Voz, 2-11), la periodista pregunta: ¿qué pasa con los gasoductos en donde aparecen fugas? El entrevistado responde: alguien puso 500 kilos de TNT a 80 metros de profundidad y eso no lo sabe hacer cualquiera. Tenía medios muy sofisticados para hacerlo.
El TNT (trinitrotolueno) es un compuesto químico orgánico aromático, cristalino, de color amarillo pálido. El químico alemán J. Wilbrand fabricó por primera vez TNT en 1863 y se usó como colorante amarillo-ocre para teñir telas. Su potencialidad como explosivo no fue apreciada hasta después de varios años, sobre todo por ser más difícil su detonación en comparación con otros explosivos (para su explosión es necesario utilizar un detonador). Una de sus principales ventajas se encuentra en la facilidad de licuarlo de forma segura utilizando vapor de agua caliente. El TNT líquido se introduce de forma sencilla en las vainas de los proyectiles de artillería.
La tonelada (ton) de TNT se usa como referencia para medir la energía desprendida en una explosión atómica. El kilotón es el equivalente a la energía desprendida en la explosión de mil (kilo) toneladas de TNT. Las bombas lanzadas sobre Hiroshima y Nagasaki tenían 15 o 20 kilotones. Pronto esa unidad se quedó corta y se estableció el megatón, equivalente a la explosión de un millón (mega) de toneladas de TNT.