Menos IVA para más deporte saludable
OPINIÓN

La práctica sistemática del ejercicio físico es uno de los mejores tratamientos para evitar o, al menos, reducir enfermedades de carácter diabético, cardiocirculatorio y cancerígeno que genera el creciente sedentarismo. Supone también un impacto económico positivo al reducir el gasto sanitario y el absentismo laboral, además de retardar el declive biológico especialmente en las personas mayores, y permitirles mantener una calidad de vida de movimiento que exigen sus rutinas diarias y de gozar de una comprensión más longeva. Hay suficientes estudios científicos que avalan las afirmaciones antedichas, por lo que debiera de servir para que alguien comience a preocuparse de verdad.
En plena pandemia sanitaria se aparcó la demanda de la reducción del IVA para el deporte saludable, hasta que no se ganase la batalla contra el covid-19. Ahora ha llegado la hora de recordar y reclamar estrategias y acciones para el impulso del deporte social y ciudadano. Nadie puede negar que la marca España sustentada en parte por los éxitos deportivos, debe compatibilizarse con la universalización de la práctica de la actividad física y el deporte ciudadano, en el marco de una corresponsabilidad entre el sector deportivo público y privado.
Se reformó el IVA en el 2012, y el tipo impositivo aplicado a los «servicios prestados a personas físicas que practiquen el deporte, relacionados con dichas prácticas y que no estén exentos» pasó del tipo reducido que era el 8 % al tipo general del 21 %. Ello produjo una reducción de ingresos para las empresas de servicios deportivos, pero también para el asociacionismo deportivo que prestaba dicho servicio a personas no asociadas a su entidad y ese coste, en muchos casos, terminó pagándolo la ciudadanía.
Solo se mantuvo el tipo reducido, aumentado ya al 10 %, en los «espectáculos deportivos de carácter aficionado». Considerando que la asistencia a este espectáculo es para «ver deporte», parece lógico y coherente que se aplique el mismo tipo reducido, a la prestación de servicios deportivos donde se acude para «hacer deporte». No reclamamos el tipo impositivo súper reducido (4 %), aplicado a bienes y servicios de primera necesidad, como el pan común, los huevos, las frutas, las verduras, etcétera, sino el tipo reducido del 10 %, como ya estuvo en el pasado reciente.
Superada la pandemia del covid-19 parece que existe una mayor concienciación ciudadana de la necesidad de moverse frente al sedentarismo. Sin embargo, contra esa pandemia progresiva como el sobrepeso y la obesidad que padecen millones de personas y que genera una gran morbilidad y mortalidad, las autoridades continúan mirando hacia otro lado, realizando tímidas políticas al respecto. Se constata una cierta unanimidad en calificar el deporte como actividad esencial, por lo que la rebaja del IVA de servicios de actividad física y deportiva, sería una buena señal de que se ha tomado nota.
La medida consiste en rebajar el IVA para practicar más deporte saludable, en un momento actual en que la inflación perjudica gravemente la capacidad económica y adquisitiva de la ciudadanía. Aunque reducido el IVA, no está resuelto el problema, y no lo estará hasta que el Gobierno de España lidere un plan serio y dotado presupuestariamente, junto con las autonomías. y las entidades locales, para promover, verdaderamente, el «derecho a moverse» de todas las personas desde las edades más tempranas hasta la vejez.