Pablo Milanés. Los que hemos tenido la oportunidad de vivir sus canciones desde los inicios, las sabíamos de memoria. Si había oportunidad, cuando asistíamos a sus primeros conciertos en España y después en Cuba, las cantábamos contigo, lo que nos producía gran emoción. No era solo un gran cantautor, también músico internacional y compositor, poeta, escritor e intelectual muy comprometido. Al principio apoyando la revolución cubana, en primera línea, cuando era necesario, últimamente más alejado.
Siempre fue muy querido en toda su isla, no solo por su actividad artística, también por sus cualidades humanas, ayudando en lo que podía a los que lo necesitaban y muy amigo de sus amigos, que ahora le lloran.
Fue un padre y un marido ejemplar: su gran familia, nueve hijos —siete biológicos y dos de crianza, como decía—, todos siempre a su lado en las reuniones en su casa y acompañándole en los momentos que más necesitaba.
En el 2014, en el Hospital Universitario de A Coruña le practicamos un trasplante renal de donante vivo, de Nancy, su amada esposa, natural de Mazaricos. Los últimos cuatro años vivió en Madrid por cuestiones de salud, pero iba a su querida Habana siempre que podía. Hasta el último momento, dando conciertos por todo el mundo.
Pablo Milanés permanecerá en nuestra memoria y en los corazones de todos los que le conocimos.