Mismo perro, distinto collar

César Rodríguez Pérez
César Rodríguez JUEGO DE TRONOS

OPINIÓN

Oriol Junqueras, tras ser abucheado por independentistas catalanes
Oriol Junqueras, tras ser abucheado por independentistas catalanes Kike Rincón | EUROPAPRESS

20 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Otoño del 2017. Arde Cataluña. España sufre por una fiebre independentista, populista, iliberal: los votos solo valen si confirman lo que pienso. No me importa mandar a tomar por saco las estructuras de un Estado democrático de derecho. Y el bienestar de millones de personas.

Un president chisgarabís, Puigdemont, se asusta. Aconsejado por un lendakari prudente, Urkullu, se plantea convocar elecciones y bajar el suflé. España estaba en vilo. En los bares, en las teles y en las redes andábamos más pendientes de Sant Jaume que hoy del culebrón Piqué-Shakira. Llegaron tuits demoledores. Uno, el de un referente de la CUP, con la efigie del exalcalde de Gerona en modo anticristo. Otro, el de Rufián, aludiendo a la traición de Judas, con «155 monedas de plata».

Y pasó lo que pasó. Puigdemont se aposentó en Waterloo y se convirtió, como bien dice el profesor Barreiro, en un «pelma», que cobraba por cenar con afines. Junqueras fue a la cárcel. Pero supo influir de manera descarada en la política estatal, pactando y logrando salir de prisión. Eso no les gustó a aquellos fanáticos a los que dio alas en su estúpida reivindicación. Lo abuchean. Y le cantan: «traidor, te queremos en prisión». ¿Alguien razonable puede querer el apoyo de esa gente? ¿Y de los que votan convencidos a Vox? Mismo perro, distinto collar.