
Todos los hitos y giros de guion de la Historia han servido de argumento para miles de documentales. Pero ninguno se parece, ni por asomo, a La Tierra según Philomena Cunk. En las carpetas de Netflix destaca este falso documental satírico que intenta explicar al ser humano de la mano de una presentadora sin filtros cuyo pensamiento navega por aguas poco profundas. El mérito de todas las risas que arranca esta serie provocadora es triple. Una parte corresponde a los guiones de Charlie Brooker, que ya desplegó su visión pesimista del mundo en Black Mirror y su sarcasmo en A la mierda el 2020. Otra, la más visible, está en la intepretación que Diane Morgan hace de este personaje, capaz de preguntar sin pestañear: «Las tragedias griegas ocurrieron hace mucho tiempo. ¿Por qué debería importarme?». De los griegos explica que sus mayores aportaciones a la cultura fueron «el yogur y el teatro en sus más soporíferas formas», incluida entre ellas una modalidad «para gente estúpida, el deporte».
Pero nada de lo anterior llegaría al mismo resultado sin la presencia de los expertos e historiadores que se prestan a responder, con profesionalidad, a las preguntas más absurdas mientras el espectador escruta su mirada, preguntándose cómo es posible que su compromiso con la divulgación los haya llevado hasta allí.