El Diccionario incorporó en su edición de 1865 el artículo humanitario, un adjetivo que se había extendido en el medio siglo anterior. Lo definía así: «Lo que mira o se refiere al bien del género humano». Desde entonces adquirió nuevas acepciones: «benigno, caritativo, benéfico»; «que tiene como finalidad aliviar los efectos que causan la guerra u otras calamidades en las personas que las padecen». Sin embargo, en los últimos treinta años se ha venido empleando profusamente en los medios de comunicación con un sentido que choca con aquellos otros, hasta el punto de que se aplica frecuentemente a sustantivos como crisis y catástrofe. Lo que nos lleva a preguntarnos si existen catástrofes benignas, caritativas o benéficas. ¿Y que miren al bien del género humano?
Durante un tiempo se intentó corregir el nuevo uso de humanitario y se propuso que en esos casos se emplease humano, que es lo relativo al hombre. Lázaro Carreter se explicaba así la preferencia de humanitario sobre humano: «La tentación de alargar los vocablos, distorsionando su significado, atrae a los malhablados como a las moscas un flan». Que las tragedias, las crisis y las catástrofes fuesen humanas, es decir, que afectasen a las personas, resultaba demasiado sencillo para quienes recurrían a humanitario en cualquier contexto.
Este asunto había sido abordado varias veces en esta columna desde el año 2003, casi siempre con un tono bastante pesimista. Empezamos a dar la batalla por perdida cuando algunas fuentes de la Academia Española señalaron que el uso de crisis humanitaria estaba asentado y que era generalmente admitido con el sentido de ‘que implica la necesidad de ayuda humanitaria’ o algo similar. Hasta entonces habían afirmado que «la crisis generalmente es humana ‘del hombre’, pero la catástrofe no puede ser humanitaria, no es ‘benigna o benéfica’».
Finalmente, la aceptación por la Academia de la catástrofe —humanitaria, por supuesto— se consumó hace unas semanas, cuando aprobó una cuarta acepción del adjetivo humanitario: «Dicho de una situación: Que requiere de ayuda humanitaria. Crisis, catástrofe, tragedia humanitaria». Así, la catástrofe telúrica de Turquía y de Siria ya puede ser calificada de humanitaria con respaldo académico. Aunque cuando en el futuro nos topemos con este adjetivo vamos a tener que hacer una paradinha para pensar en qué sentido hemos de interpretarlo.