En Estados Unidos se hizo viral un vídeo en el que una señora que en muchos lugares etiquetarían como caucásica monta el número en una pizzería. Y todo porque de fondo se escucha el soniquete de una televisión... en español. El simple eco de ese idioma impulsa a la clienta a lanzar todo tipo de exabruptos y a pedir que le devuelven su dinero. Que si están «en América», que si los inmigrantes ilegales, que si su padre es veterano de la Segunda Guerra Mundial, que si esto y lo otro y lo de más allá... El resultado, ella ha quedado retratada. Y los encargados de la pizzería se han visto desbordados. No solo por los mensajes de apoyo, que eso es facilón. Han recibido pedidos de todo el país, muchos desde la otra punta, pero para que enviaran la comida a diferentes organizaciones sociales de la zona. El altercado se produjo en un restaurante a las afueras de Filadelfia. Solo queda rezar para que la señora crispada no visite el Centro Espacial Kennedy, en Cabo Cañaveral. En la mayor tienda de souvenirs espaciales del mundo, cualquiera puede comprarse una de las tazas con el logo de la NASA y su nombre. Ya seas Michael, John o Juanita, literalmente. Y, en caso de duda, una de las empleadas de la principal zona de información puede atenderla en un perfecto español. Además, para escándalo de propios y extraños, presumirá de idioma mientras habla del área de los transbordadores. Es que, como dijo Reagan en un discurso, hay gente que no tiene en cuenta que en muchos sitios «fueron los Estados Unidos los que llegaron a los hispanos» y no al revés. Pero parece que los idiomas del vecino escandalizan, allí y aquí. Español. Catalán. Galego.