Sánchez, aquí no hay quien viva

César Casal González
César Casal CORAZONADAS

OPINIÓN

LEHTIKUVA | REUTERS

05 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Dice Zapatero que España es un país líder en derechos sociales en el mundo. Lo dice en el programa que el régimen de Sánchez le ha regalado en la primera a la periodista Julia Otero para mayor gloria de todos ellos. El botafumeiro de Julia en la 1 va mal de audiencia. Veremos cuánto dura. Zapatero solo busca alfombrar el terreno impracticable a Sánchez. Pero la realidad es tozuda. Es una misión imposible que no saca adelante ni Tom Cruise. Así ha llegado el momento de afirmar: Sánchez, aquí no hay quien viva. Feijoo, que es mejor que ni se mueva, terminará en Moncloa por la suma de dislates que salen del Gobierno de coalición. Sin meternos en detalles, a vuela pluma, pensando en el sufrimiento de los administrados, Sánchez y sus ministros están perpetrando de todo, contra todos y entre ellos.

 Aquí no hay quien viva. Es imposible asumir el coste de la compra. A la hora de pagar, dan ganas de salir corriendo. Es imposible echarle gasolina o diésel, ya no se sabe qué es peor, al coche. Es imposible hacer frente a la subida brutal, una navajada, de las hipotecas. Es imposible calentar los hogares con gas. Es imposible cocinar o utilizar la plancha con el coste de la electricidad. Pero el bolsillo no es el único drama que está protagonizando este Gobierno. Estamos esperando ya a la serie de Netflix. Sánchez ha cambiado los delitos de malversación y de sedición para ajustarlos a sus socios catalanes. Menos mal que, de momento, ha aparcado los indultos a los condenados por la trama de los ERE. Vienen de la Unión Europea y nos afean esos cambios, al tiempo que nos sueltan que consideran que el empleo de los fondos europeos está siendo opaco. Otra más en la frente.

En cuanto a los derechos sociales de los que hace gala con parte de razón Zapatero, el presidente ya reconoció, no le quedó más remedio, que la ley del solo sí es sí hay que corregirla, al estar produciendo el efecto contrario al esperado. Violadores y agresores sexuales en la calle, o con sentencias reducidas. La parte de Podemos del Gobierno sigue sin bajarse del error y mantiene su saña contra los jueces y su utilización de la justicia de una manera patriarcal. En fin. La ley trans puede ser otro charco difícil de cruzar.

El empecinado Sánchez no quiere ver ni mirar. Ahora se le cae encima la presunta trama de corrupción en diputados socialistas y las visitas de empresarios canarios, con mordidas, prostitutas, hoteles, drogas, corrupción, juergas, en plena pandemia. Un festival de buena gobernanza, que podría decirse en el lenguaje técnico que suele emplear el Banco de España. Todavía falta la espantada de Ferrovial hacia Holanda. Una empresa que se enriqueció con obras en España dice que ya está bien de cambiarle las reglas de juego a los empresarios. Los palos de este Gobierno golpean por arriba a las empresas, y por abajo a los consumidores, que no llegamos ni de broma a final de mes. Sánchez, aquí no hay quien viva. Ah, me olvidaba de la huelga de la justicia.

Las elecciones las pierde el Gobierno, no las gana la oposición.