Por los pelos

Tamara Montero
Tamara Montero CUATRO VERDADES

OPINIÓN

20 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Existen. Son los que aceptan de buen grado que el vestuario de Vikingos (quizá también den puñetazos al aire proclamándola la mejor serie) sea de todo menos semejante al que efectivamente usaban los pueblos nórdicos cuando se desmembraba el imperio romano. Existen, y también comulgan con la imagen clásica de la clásica Gladiator. Son los mismos que han criticado por activa, por pasiva, por Twitter y por donde sea, que en una ficción hayan optado por una actriz negra para interpretar a Ana Bolena, porque el rigor histórico, en este caso, sí que manda. Que en los Bridgerton no tiene sentido que haya personajes de todas las etnias.

Existen y caminan entre nosotras. Ahí están defendiendo el raccord, la credibilidad en la ficción. Rasgándose las vestiduras ante cualquier fallo en la coherencia. Son los mismos que estos días escupen bilis porque en The Last of Us una joven de 14 años, nacida en un mundo posapocalíptico en el que un hongo ha mutado para colonizar y convertir en zombies a lo seres humanos, una niña que es inmune a la infección y emprende un camino peligroso, arduo, desesperante, difícil, física y emocionalmente devastador, una ruta 66 penosa y asfixiante, un viaje hacia una esperanza que quizá no exista, una niña que podría salvar la humanidad, aparece sin depilarse las piernas en una escena catártica. Ahí la coherencia se la come el machismo rancio.