Cuando las personas se agrupan, su comportamiento colectivo es más predecible de lo que parece, y varía con el tamaño del grupo. Robin Dunbar, antropólogo de la Universidad de Oxford, lanzó hace 30 años una hipótesis: al superar 150 personas hay un salto cualitativo en el funcionamiento de las tribus, argumentando que ese es el número máximo de amigos que nuestro cerebro nos permite mantener en promedio. Ahora, un grupo de investigadores acabamos de descubrir, de modo accidental, una evidencia que avala esa hipótesis. Analizando matemáticamente la dinámica lingüística de Galicia, hemos encontrado que para ese número de personas se produce efectivamente un salto cualitativo en el comportamiento del grupo. Hemos encontrado también que se produce otro salto del comportamiento global cuando el tamaño del grupo llega a una cantidad de personas cercana a 5.040. Curiosamente, Platón indicó (en torno al año 360 a.C., en su diálogo Leyes) que ese era el tamaño idóneo de habitantes de una polis. Y es que el número es ciertamente curioso: es divisible por 60 números distintos (entre ellos, los que van del 1 al 12, exceptuando el 11); es el resultado de multiplicar 7x6x5x4x3x2x1 (7 factorial); es la suma de 42 números primos consecutivos, y hasta está relacionado con el principal problema pendiente de solución en la matemática pura (la hipótesis de Riemann).
Galicia es un laboratorio único para este tipo de estudios, ya que contiene la mitad de los núcleos de población de España, con un rango de habitantes que va desde uno hasta la población de Vigo.