«Bambi»

Fernanda Tabarés
Fernanda Tabarés OTRAS LETRAS

OPINIÓN

12 abr 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

El responsable de algunas de las secuencias cinematográficas más sangrientas de los últimos años dio con la clave del terror al apuntar hacia Bambi y considerarla la película más espeluznante proyectada en la gran pantalla. Sabíamos muchas cosas de Quentin Tarantino desde que nos deslumbró en el monólogo inicial de Reservoir dogs y su ya clásico «¿Sabes de qué va Like a virgin?», pero esta confesión sobre sus miedos infantiles que hace unos días compartió en Barcelona establece un nuevo perfil del director que más se parece a mi generación. «Fue demasiado bestia y no conseguí soportarlo», encajó Tarantino ante un público, el presente y el digital, que iba acompañando sus palabras con ese cabeceo asertivo de quien sabe perfectamente de qué se está hablando.

Bambi se estrenó en 1942 para compungir a cientos de miles de niños que establecieron el umbral de la crueldad, el de la tristeza y el del miedo en la secuencia del cazador. Todas sabemos qué sentimos aquel día, el tipo de angustia que Disney transmitía con esa ejecución sumaria, con el extravío del pequeño ciervo, con el incendio, una sucesión de profundísimas tragedias que componían una partitura básica de la desolación. Tarantino sintió lo mismo que nosotras desde su butaca del cine de Knoxville al que acudió con su madre confiado en que el tráiler de la película, en el que se obviaba la bomba de oscuridad que entrañaba, representaba el alma de la cinta. Tras comprobar en la pantalla grande que aquello iba de otra cosa, las imágenes le afectaron más que ninguna otra, lo que viniendo de Tarantino, a quien suponíamos más traumatizado por la serie b o el cine de samuráis que devoró, no deja de ser un estímulo para mirar hacia Bambi con otros ojos.