Orines y cacas de perro, ¿y el resto?
Tengo una perra desde hace varios años y, como muchos dueños de perros, no necesito normativas para recoger las cacas o el control de los orines, pues lo hacemos como algo natural, pero veo bien la nueva norma. Ruego a la señora alcaldesa que esa celeridad en aprobarla aplique para sancionar a los que escupen por las aceras, a los que nos echan el humo al fumar en las aceras, y a los ciclistas que se creen que las aceras son suyas, poniendo en peligro a los peatones. Javier V. M. A Coruña.
«Casaciones»
Llegamos a la época donde en algunos círculos es recurrente la pregunta: ¿este año por vacaciones, qué? La mayoría, por motivos económicos (el año de la compra de un inmueble o de obras en casa) o por incidentes personales (separaciones, accidentes) algún año hemos hecho casaciones. Ahora, algunos, por motivos climáticos, modifican o rediseñan sus vacaciones para no coger aviones o acercarse al pueblo de nuestros padres, donde hace años pasábamos todo el verano entre bicis, campos, piscina municipal y fiestas populares. El rediseño/ajuste de las vacaciones es la punta del iceberg de la renuncia climática que nos viene: menos viajes, menos carne y lácteos, menos consumismo. Menos será más, ¿por obligación o ideología? Jaume Enciso. Sabadell (Barcelona).
Lista de espera para el otorrino
Me indigna escuchar a los políticos hablar de las «listas de espera razonables» para las diferentes especialidades. Anteayer fui a mi doctora de familia en el centro de salud y me solicitó una consulta con el otorrino, porque me está empeorando un problema de acúfenos y pérdida de audición. Cuando me dieron la cita casi me desmayo al escuchar que la fecha de mi consulta en el hospital Álvaro Cunqueiro es para el 8 de octubre del 2024. O sea, dentro de un año y medio. Esto da muchas ganas de darse de baja en la cotización a la Seguridad Social y vivir solo con un seguro médico privado; o de, cada vez que necesitemos un especialista, ir por urgencias, aunque exageremos la gravedad de la dolencia. Franco Fernández. Vigo.
Un clásico televisivo
Vuelve El Grand Prix. Y qué bonito es recuperar este formato cuando más nos hace falta el entretenimiento. Recuerdo verlo en casa de mis abuelos, el olor a paella, la risa de mi madre. Este programa es de los que reúne familias alrededor de la mesa. Por no hablar de lo bonito de participar y compartir la experiencia con gente de tu pueblo. Ni que decir tiene que me ilusiona tanto la desaparición del momento vaquilla como el regreso del programa en sí. ¿Por qué recuperar un clásico es aire fresco en el menú que ofrece hoy en día la televisión? Cristina Fernández. Llucmajor (Mallorca).