¡Aún dicen que el pescado es caro!

Manuel Blanco Desar ECONOMISTA

OPINIÓN

Javier Vázquez | EUROPAPRESS

03 jun 2023 . Actualizado a las 04:49 h.

Duele optar entre Europa y sus autoridades, pero la opción es clara: Europa. En este caso habría que emular a António José de Almeida cuando escribió aquello de Bragança, o último, al enfrentar Nação e coroa ante la perfidia británica y la escasa hombría del rey Carlos. Así que, como comisario de pesca, Sinkevicius, el último.

El Prado atesora un Sorolla que da título a este artículo. Recuerda a La Pietà de Miguel Angel. Aquí, Cristo es un joven marinero sostenido por un veterano. Sinkevicius no es veterano en peces ni en Europa. El 9 de mayo, día en que Schuman —venerable siervo de Dios— lanzó la idea seminal de nuestra Unión, marineros, armadores y ciudadanos europeos tuvieron que recordarle desde Galicia que «la pesca también es Europa». Servidor subrayaría: la pesca es más Europa.

El Tratado atribuye a la UE competencia exclusiva sobre la conservación de los recursos biológicos marinos dentro de la política pesquera común, y compartida en pesca. Urge incluir la defensa de los marineros europeos, pesquen donde pesquen, máxime en aguas gestionadas por la Unión o cubiertas por un Tratado firmado por la UE. Debiera personarse la primera en desastres como el del Villa de Pitanxo. Resulta infame que la Comisión se desentienda de ellos cuando padecen la incuria de Sinkevicius y sus adláteres. Pregúntense cómo una búlgara llega a directora de Pesca. Trapicheo estatal para colocarlos. Bulgaria y Lituania, grandes potencias marítimas. Si hay que modificar los tratados, modifíquense. Si hay que elegir comisarios y directores por otro método, hágase, y no por este reparto con partiditos parroquiales, incompatibles con una visión europea del planeta.

Los europeos necesitamos pescar. Es de las escasas actividades primarias que contribuyen a preservar nuestra autonomía estratégica, máxime frente a otras potencias que arrasan los océanos, como China, junto a las siguientes en el listado de la FAO. Al hilo, ¿qué hacen nuestros jóvenes defendiendo a Lituania frente a Putin? Si somos Unión, lo somos para todo, no solo para amparar un Estado de menos de tres millones de habitantes, por sí indefendible ante su poderoso vecino. Hay que cambiar muchas cosas en Bruselas, empezando por gestar fuerzas políticas con una cosmovisión europea y que amparen a los ciudadanos europeos allí donde estén. Nuestros marineros entre los primeros. También hay que ubicar en la misma cartera a todo el sector primario de la Unión, y no ese pastiche con medio ambiente, que la coloca bajo la diana de grupos de presión de verdes oficinistas que deben vivir del aire. Son espíritus puros.