La publicidad del miedo
Es la publicidad del miedo pensaba cuando vi en mi ciudad un cartel que decía: «Si 1 de cada 2 hombres tendrá cáncer... Todos contra el cáncer». Una publicidad así es un error, porque lo único que hace es alimentar el miedo. Año tras año, en España (pero también en el mundo), el sistema de salud se gasta cientos de millones en la lucha contra el cáncer. lo triste es que cada ejercicio los casos no dejan de aumentar y la inversión cada vez tiene que ser mayor.
Son muchos los estudios realizados que prueban que el llevar una vida sana, plena y feliz reduciría esta y otras muchas enfermedades, pero parece ser que esto ni vende ni interesa y, por lo tanto, tampoco es algo que se publicite lo suficiente. Es una pena, porque saldría muchísimo más barato invertir en prevención y en sentar las bases para que todas las personas pudiesen tener una vida digna y de calidad.
Sin embargo, no hacemos nada por cambiar la realidad. Sabemos, de sobra, lo que hacemos mal: fumar, beber alcohol, consumir drogas, no hacer ejercicio, descansar poco, alimentarnos mal, tener un trabajo que no nos hace felices, vivir en una infravivienda, no llegar a final de mes, problemas de salud mental..., en fin, un montón de factores que hacen que nuestro sistema inmunitario colapse y nuestro cuerpo «grita» basta.
Que no nos engañen, abramos los ojos y exijamos calidad de vida para todos, porque la enfermedad ya lleva muchos años advirtiendo de que algo está mal. ¿A qué esperamos para cambiar? Juan Ruibal Ordoñez. Pontevedra.
Saquen sus manos de Correos
He trabajado cerca de 30 años en Correos y a la clase política le ha importado siempre un pimiento lo que allí ocurría. El candidato del PP a la presidencia del Gobierno, Alberto Núñez Feijoo, fue presidente de Correos y su balance tiene un adjetivo: nefasto. Pero no crean que con los presidentes propuestos por el PSOE las cosas fueron mejor. Más de lo mismo... o peor. Tanto el PP como el PSOE eliminaron más de 15.000 puestos de trabajo, con lo que la calidad del servicio (público, no lo olvidemos) se ha resentido de una manera considerable: las bajas por enfermedad apenas se cubren al igual que los días de asuntos propios (los moscosos). Eliminaron un montón de secciones de reparto y lo llamaban redimensionamiento. ¿Dónde ha quedado el derecho de la ciudadanía a recibir diariamente la correspondencia? Correos, como prestador del servicio postal público, ha vulnerado y sigue vulnerando la ley de una manera vergonzosa. Cuando llega el verano, la situación se agrava. El personal de reparto y de ventanilla siguen dando la cara ante el lógico enfado de la ciudadanía y, mientras tanto, las «cabezas pensantes» propuestas por los partidos se esconden en sus cómodos despachos y hablan sin parar de calidad. Llevo 5 años fuera de Correos y, como diría Julio Iglesias, «la vida sigue igual...» Quiten sus manos de Correos porque si sale a flote es por sus trabajadores. José M. Mingo Jiménez.