Cartas, declaraciones y susurros, ante un Puigdemont bifronte

Uxio Labarta
Uxío Labarta CODEX FLORIAE

OPINIÓN

GLÒRIA SÀNCHEZ - EUROPA PRESS | EUROPAPRESS

03 ago 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Los resultados obtenidos por el bloque de la derecha (PP y Vox, con 11,1 millones de votos) y el de la izquierda (PSOE y Sumar, con 10,7 millones), con una diferencia de 350.000 votos, consolidan el papel de los partidos territoriales a derecha e izquierda (PNV, Bildu, Junts, ERC, UPN, BNG, CC) que definen la complejidad de la estructura política de España, y que con solo el 7 por ciento de los votos tienen en sus manos la decisión para investir presidente y sostener la legislatura.

Los resultados confirmados por el voto CERA abren un marco político donde cobra inusual relevancia, a derecha e izquierda, Puigdemont. Un dirigente político que optó por huir de España y que desde entonces mantiene un pulso continuado con el Estado, por más que sus resultados electorales hayan ido a la baja. La relevancia de Puigdemont no impide otras estrategias y movimientos. Así, mientras Pedro Sánchez opta por una espera tensa, Núñez Feijoo escribe, y todos los dirigentes se pronuncian sobre el dilema Puigdemont.

Feijoo envía una carta a Sánchez solicitando la abstención socialista, imprescindible para él por lo corto de sus resultados con Vox, descartado el tamayazo esbozado. Solicitud reforzada con algunas interpretaciones como «frente a eventuales combinaciones negativas que polaricen a la sociedad, dañen gravemente la cohesión territorial y lleven al límite a nuestro sistema constitucional», y una retórica invocación a la alternancia. Por otra parte, su vicesecretario de Coordinación Autonómica parece abrirse a unas conversaciones con Puigdemont, algo que niega el portavoz en el Parlamento catalán y despeja la secretaria general. Intervienen los territoriales: PNV, Coalición Canaria y UPN.

Por lo que respecta a la solicitud de Feijoo, recordar la abstención que no concedieron los populares, con solo 66 diputados, para permitir gobernar a Pedro Sánchez hace cuatro años. O la que sí dieron los socialistas a Rajoy, luego de perder 3,5 millones de votos en una legislatura, y declinar postularse a la investidura en el 2016. La carta de Sánchez recuerda la ruptura unilateral de conversaciones para el desbloqueo del Poder Judicial, el sistema de mayorías parlamentarias, y aplaza la reunión solicitada hasta la constitución de las Cortes. Las cartas señalan las estrategias respectivas para debilitar al otro en el caso de que ninguno lograra la investidura y se fuera a nuevas elecciones

La apertura necesaria hacia Puigdemont nada tendría de novedad, con su dificultad evidente. Casi todos los gobiernos necesitaron de los Convergentes catalanes. Una Convergencia i Unió siempre bifronte, algo que perdió Puigdemont y antes Mas en la confrontación independentista, y que ahora quizá pretenden recuperar, o quizá no.

De estas cartas, declaraciones y susurros no se conocerán los resultados, o una tendencia fiable, hasta la constitución de la mesa del Congreso, luego de la Virgen de Agosto. Aun así, palabras de Andoni Ortúzar, «lo más seguro es que quién sabe».