«Dies irae» en las islas Sándwich

Eduardo Riestra
eduardo riestra TIERRA DE NADIE

OPINIÓN

Contacto / Master Sgt | EUROPAPRESS

20 ago 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando el archipiélago hawaiano se llamaba todavía Sándwich, un viajero y geólogo francés que vivía en los Estados Unidos, Charles de Varigny, se acercó por Honolulú, y empezó a trabajar de intérprete para la embajada francesa. Pero se hace amigo del rey Kamehameha V y se convierte en una especie de secretario y, en seguida, también en ministro de Asuntos Exteriores. Con él vive la gran tragedia de la explosión de un volcán en Hawái, que causa numerosas víctimas y transforma la fisonomía de la isla. El resto del archipiélago sufre igualmente terremotos y tsunamis. Corría el año 1868. Poco después, Varigny regresa a Francia y Kamehameha muere sin descendencia. Un par de años antes, Mark Twain (todavía Samuel Clemens) se había dado una vuelta por esa región del Pacífico y había escrito sobre el rey para la prensa americana, que ya andaba interesada en la anexión de aquellas islas.

Hoy Hawái es la cuna del surf —que ya se practicaba en aquella época—, de los cócteles con sombrillita y de la camisa hawaiana, que yo guardo en el armario para tiempos mejores, que nunca llegan. De vez en cuando, le explota un volcán, la arrasa un tsunami o le bombardean los japoneses el puerto de La Perla, hundiendo allí la flota americana y causando la Segunda Guerra Mundial, pelillos a la mar.

Ahora sufre un incendio devastador. Yo creo que si no estuviera tan alejada del Mediterráneo, del Mar Muerto, de Jericó, sería una escenario bíblico insuperable. A Hawái solo le falta un Yahvé colérico y vengador.