Desde que Jesús Hermida importó para España, hace ya unos cuantos lustros, el formato de los magacines matutinos, esta franja de la programación había quedado en manos de las llamadas «reinas de las mañanas». Tanto tiempo después de que ese lema fuera acuñado, con afán reduccionista, en la programación más madrugadora de las generalistas, el nuevo curso que arranca en septiembre planea ofrecer un vuelco cósmico en el equilibrio de la programación, al poner, por vez primera, a más hombres que mujeres al frente de sus matinales.
Tras Ana Rosa Quintana, María Teresa Campos, María Casado, Mariló Montero y otras muchas, Susanna Griso será la última superviviente de una época en la que las mañanas parecían concebidas en exclusiva por y para mujeres. Ferreras y Arús, que han ido despuntando en los últimos cursos, seguirán siendo los baluartes de La Sexta, pero ya no serán los únicos. Joaquín Prat ejercerá de titular sustituto de Ana Rosa en Telecinco y Jaime Cantizano llegará como la apuesta de una TVE que quiere pujar fuerte.
En pocos días arrancará una de las temporadas televisivas más reñidas e incierta. Con una Telecinco malherida y en construcción, todos los canales están agitando con vigor sus árboles para ver de qué lado caen esta vez más manzanas.